Las fuerzas armadas chinas pueden cerrar Internet en 30 segundos, y nadie puede demostrar lo contrario”, asegura David Cheriton, catedrático de la Universidad de Stanford y un personaje legendario en el Valle del Silicio. Cheriton, junto a su compañero Andreas Bechtolsheim vendió su empresa Granite Networks a Cisco en 1996 por una suma multimillonaria.
Cheriton y Bechtolsheim figuraron entre los primeros en invertir en Google, lo que incrementó aún más su patrimonio económico. Bechtolsheim es también uno de los fundadores de Sun Microsystems.
Dado el perfil y trayectoria de ambos, es difícil ignorar sus advertencias, en el sentido que a futuro habrá numerosas interrupciones de los servicios en la nube. Ambos expertos explican lo anterior señalando que la infraestructura de Internet es más vulnerable de lo que muchos creen. Como ejemplo mencionan los serios problemas experimentados en las nubes de Amazon y Google este año. Estas interrupciones del servicio se producen en momentos desafortunados para ambas empresas, que intentan convencer al empresariado global de las ventajas de trasladar sus actividades a la nube.
Cheriton comentó a The New York Times que “tendemos a pensar en Internet como algo que siempre estará ahí; pero el hecho que seamos dependientes de ella no valida necesariamente tal convicción”.
En un mundo en que las velocidades de transmisión de datos lleguen a ser 100 veces mayores a las actuales, y el número de transacciones en las redes experimenten un crecimiento explosivo, las incidencias de errores también tendrán un crecimiento insospechado, agregan Cheriton y Bechtolsheim, quienes anuncian que las interrupciones de los servicios online serán mayores y más frecuentes. Ambos indican que es imposible diseñar una red global sin errores ni agujeros que sean aprovechados por algunos Estados.
Las actuales conexiones de servidores, a 1 gigabit por segundo, serán aceleradas a 10 Gbps, y ya se trabaja en el desarrollo de redes a 100 Gbps. El próximo paso será el terabit por segundo.
Cheriton y Bechtolsheim están actualmente al mando de la empresa Arista, que asegura tener una solución al reto de crear una Internet más estable y libre de errores, que sea compatible además con las vertiginosas velocidades que se pronostican para mediano y largo plazo. Al contrario de Cisco, que apuesta por el diseño de chips especializados, Arista opta por el desarrollo de switches basados en software, instalados en procesadores corrientes y de bajo precio.
Arista vendió su primer producto a corredores de bolsa que necesitan procesar transacciones automáticas 100 nanosegundos más rápido que sus competidores. En el mundo bursátil, algunos nanosegundos pueden marcar la diferencia entre ganancia y pérdida, comentan los expertos.
Cheriton y Bechtolsheim invirtieron, cada uno, 100 millones de dólares en Arista, que podría convertirse en una empresa relevante para las redes ultrarrápidas del futuro.