El avance de las tecnologías en medicina, además de ser beneficiosos para el ser humano también podrían conllevar algunos riesgos, según advierte Barnaby Jack, investigador de la empresa de seguridad IOActive . El experto afirma que si un hacker quisiera manipular el aparato desde el exterior, podría atentar contra la vida de un paciente sin mayores obstáculos.
Esto, porque gracias a una conexión remota y un computador, el hacker podría alterar el funcionamiento del dispositivo, orientado a accionar los movimientos del corazón de forma artificial con la frecuencia necesaria cuando éste no pueda hacerlo de forma natural. En la muestra, Jack le entregó a un marcapasos una descarga de 830 voltios, provocando un estallido del aparato.
El especialista realizó estas afirmaciones en el encuentro de seguridad”Breakpoint” en Melbourne, Australia, donde también se mostró cómo aparatos como bombas de insulina o cajeros automáticos no estaban exentos de riesgos, debido a la tecnología que utilizan para funcionar.
Recordemos que esta no es la única vez que un experto analiza estos riesgos, ya que enteriormente la empresa McAfee expuso el grado de protección de estos dispositivos poniendo a prueba un sistema automático de suministro de insulina para diabéticos, que al contar con actualizaciones inalámbricas, en sólo dos semanas pudo ser interferido.
Además, en aquella oportunidad la compañía demostró cómo se podía desarrollar un software que identificara en un perímetro determinado a todos los pacientes que utilizaran esta tecnología en sus cuerpos, accionando un comando que libere toda la insulina de una vez, colapsando el sistema.