El comercio electrónico, que es la posibilidad de comprar y vender a través de medios electrónicos, fundamentalmente por Internet, ha estado siendo obstaculizado en la República Dominicana por los excesivos cargos y cobros de las dos principales plataformas de pagos electrónicos, que son las que manejan todas las transacciones electrónicas de pagos o transferencias de recursos interbancaria por la plataforma tecnológica que proveen y hacen posible la interacción entre los bancos y los clientes.
Esta situación ha dificultado múltiples y variadas iniciativas de comercio electrónico en el país, pues estas empresas bloquean los proyectos colocando cargos muy elevados para brindar el servicio de manejo electrónico de transacciones, que se manifiesta cuando un negocio quiere que su portal o página web permita que sus cibervisitantes puedan hacer su compra en línea con su tarjeta de crédito local, que debería de funcionar de la misma forma en que opera un Veriphone en cualquier tienda del país, donde sólo hay que pasar la tarjeta por el equipo y de inmediato la plataforma electrónica de la empresa correspondiente hace posible la transacción en muy pocos segundos. De esa misma forma debería cualquier negocio dominicano poder tener en su página web la posibilidad de que sus clientes con sólo colocar su tarjeta de crédito local adquieran cualquier artículo o paguen algún servicio a la distancia de un clic.
Sr. Morrison, estoy de acuerdo con usted respecto a este artículo. Pero sucede que los clientes estamos hasta con miedo de darles nuestro número de tarjeta de crédito a los comerciantes locales porque de repente, aparecen cargos (como lo hacen los mismos emisores de esas tarjetas) que dizque nosotros aprobamos con el solo hecho de haber firmado un contrato. Luego, la molestia de tener que contactarles para reclamar por eso.