Las unidades de almacenamiento, y concretamente el disco duro, siguen siendo a día de hoy una de las piedras angulares de todo ordenador de escritorio o portatil -aunque estos últimos han cambiado un poco-. En él almacenamos nuestros datos, y aunque hoy en día el almacenamiento en la nube esté a la orden del día, sigue siendo importante mantener con buena salud nuestros discos tradicionales.
La tecnología, eficiencia y velocidad de los discos duros ha ido evolucionando con los años, y es aún más notable el gran aumento de su capacidad con respecto a años atrás. Dicha capacidad ha creado en nosotros la necesidad de guardar más contenidos, mucho más pesados, y además el boom de la informática ha hecho que un mayor porcentaje de personas confíe sus documentos a estas piezas mecánicas.
Por eso es imprescindible estar atentos de lo que pueda pasar. Un disco duro puede fallar en cualquier momento, pero el aumento del nivel de ruido o el cambio del mismo pueden ser algunos indicios de un fallo inminente.
Ante todo, es muy importante tener siempre salvaguardados nuestros documentos con una copia de seguridad, aunque también es una buena idea realizar algún análisis periódico con utilidades como DiskCheckup para Windows.
DiskCheckup es una herramienta pensada para usuarios, totalmente gratuita y que se centra en las caracteríticas de los discos con soporte S.M.A.R.T. -es decir, la gran mayoría de los discos modernos- para darnos un resumen de la salud del disco. Entre las opciones que nos encontramos, divididas en cómodas pestañas, tenemos acceso a lo siguiente:
Información del dispositivo.
Información S.M.A.R.T.
Historial S.M.A.R.T.
Prueba de disco
Las dos primeras nos darán información relativa a capacidad, número de serie, firmware que esta instalado, etc, mientras que la tercera, desactivada por defecto, puede ir guardando un histórico con los posibles errores que se vayan produciendo.
La última nos da la posibilidad de analizar rápidamente el disco en dos modalidades, una rápida y otra extendida, de cara a encontrar rápidamente posibles fallos.
Se trata de una gran idea para que los que nunca han probado su disco lo hagan, pero también para utilizar periódicamente, cada pocos meses, debido a que más vale prevenir que curar, y ésto también se aplica a la salud de nuestros discos duros.