La compañía tecnológica Xiaomi Technology es un cuento de hadas para los empresarios nerds. Menos de tres años después de su fundación, el fabricante de teléfonos inteligentes está valorado en 4,000 millones de dólares y recuerda al gigante Apple, sobre todo por su legión de fans, algunos de los cuales están lo suficientemente desesperados por sus productos que faltan al trabajo para ser los primeros en adquirirlo el mismo día de su salida al mercado.
Además, su fundador Lei Jun se viste como Steve Jobs, con pantalones vaqueros y una camiseta negra. A su alrededor se ha creado una base de fervientes fans atraídos por los precios moderados de Xiaomi Technology en smartphones de gama alta, imitando la táctica de comercialización de Apple al conectar un aura de exclusividad en torno a sus productos.
Antes de Xiaomi, Jun era un inversor en el inicial mercado de Internet de China y uno de los co-fundadores de start-ups como Joyo.cn -comprada por Amazon.com, y la recientemente YY Inc.
Nacido en Xiantao, una pequeña ciudad en la provincia central china de Hubei, más conocida por la cría gimnastas olímpicas que por tecnócratas multimillonarios, Jun resta importancia a las comparaciones con Steve Jobs, pero admite que el visionario de Apple fue una inspiración para él.
“Los medios chinos dicen que soy Steve Jobs de China”, dijo Lei a Reuters en una entrevista. “Voy a tomar esto como un cumplido, pero este tipo de comparación nos trae una enorme presión”, afirma Jun, quien creció montando radios como hobby.
“Xiaomi y Apple son dos empresas totalmente diferentes. Xiaomi está basado en Internet. Nosotros no estamos haciendo lo mismo que Apple”.
Xiaomi Technology ya ha vendido 300.000 unidades de su último modelo de teléfono, lanzado el pasado mes de octubre. El teléfono Xiaomi 2 tiene características similares a las del Galaxy S III de Samsung y al iPhone 5 de Apple, sino un modelo que se vende por alrededor de 370 dólares (282 euros), la mitad que el iPhone5.
A diferencia de los grandes jugadores nacionales en el mercado de smartphones, tales como Lenovo, ZTE y Huawei que trabajan con las compañías de telecomunicaciones para vender una gran cantidad de teléfonos inteligentes, Xiaomi vende la mayoría de sus teléfonos online y en pequeños lotes.
Esta estrategia una gran expectación entre los usuarios. El primer lote de 50.000 teléfonos sacados el pasado 30 de octubre se vendieron en menos de dos minutos, al igual que ocurrió con los lotes siguientes. Jun, que cuenta con cerca de 4 millones de seguidores en la plataforma de microblog más popular de China, Weibo, alimenta el los rumores colgando teasers sobre nuevos productos y las fechas de lanzamiento.
“No somos una empresa que persigue el volumen de ventas. Tenemos la satisfacción de perseguir al cliente. Buscamos maneras de dar al cliente una gran sorpresa”, afirma Jun.
Su visión de una exclusiva marca de nivel medio que va creciendo gradualmente en lugar de inundar el mercado ha encontrado patrocinadores financieros. El pasado mes de junio, Xiaomi recaudó 216 millones de dólares (165 millones de euros) de los fondos de riqueza de Singapur, el Gobierno de Singapur Investment y algunos de los amigos de Jun, según informa la prensa local, lo que supone una valoración de 4.000 millones de dólares (3.053 millones de euros).
“China está lista para su propia Apple, HTC o Samsung”, dijo Hans Tung, socio gerente de Qiming Venture Partners, una firma de riesgo que respalda a Xiaomi. “El país es lo suficientemente grande, hay suficientes usuarios de Internet móvil y consumidores de telefonía móvil. Por tanto, tener su propio ecosistema móvil creado por una marca nacional tiene sentido”.
Xiaomi, que fue fundada en abril de 2010 y sólo comenzó a vender teléfonos inteligentes en octubre de 2011, está en camino de vender 7 millones de unidades este año, superando su meta de 2 millones de dólares. Xiaomi ya es rentable y se espera que en el margen de ventas llegue hasta los 2.000 millones de dólares (1.526 millones de euros) este año.
Tung asegura que los márgenes netos de Xiaomi son de un 10 por ciento. Esto sugiere que su ganancia neta podría alcanzar los 200 millones de dólares (152 millones de euros) este año.
Mo Xiaohua, un contable de 24 años de edad, es un orgulloso fan de Xiaomi que recientemente compró su primer teléfono de la marca. Para muchas personas que utilizan teléfonos Xiaomi, los temas y las actualizaciones semanales son una gran atracción. “Me gusta porque Xiaomi se encuentran entre los teléfonos inteligentes de marca en China, su valor es el mejor”, asegura Xiaohua. “Ahora que tenemos una buena marca de teléfonos en China tenemos que apoyarlo”.
Sin embargo, Xiaomi Technology también tiene un grupo de detractores que dudan de que la compañía tenga un final feliz. Dicen que el juego de smartphones en China sólo se puede ganar con una amplia distribución y un gran volumen o una gran marca con diseños que les diferencien del resto.
Xiaomi, cuyo atractivo es su precio y las altas especificaciones técnicas, no gana puntos por un diseño vanguardista.
ZTE y Huawei han establecido sus objetivos de ventas de teléfonos inteligentes de este año entre 30 millones y 60 millones, respectivamente. Las empresas tradicionalmente han dominado el segmento de gama baja pero han estado presionando en el rango de la gama media.
ZTE dijo que había lanzado 11 tipos de teléfonos inteligentes en el rango de gama media de entre 1.500 y 2.500 yuanes (185 y 307 euros) este año. Apple lanzó su gama media de su tablet, el iPad Mini, en China el pasado viernes.
“Xiaomi tenía un gran terminal de cabecera hace un año… pero el problema es que ahora ZTE y Huawei también tienen terminales similares con un rango de precio similar”, afirma Michael Clendenin, director gerente de RedTech Asesores.
Se espera que China supere a Estados Unidos como el mayor mercado de teléfonos inteligentes del mundo este año desde los 165 hasta los 170 millones de unidades vendidas, un aumento de 78 millones el año pasado, según Gartner.
Jun está decidido a demostrar a los detractores que está equivocados. “En esta industria, creo que lo más importante es conseguir el amor de tus clientes”, asegura. “Si eres popular entre tus clientes, tendrás éxito”.