La realidad del mercado, por suerte, siempre se impone a la de las compañías que lo explotan. El último y perfecto ejemplo de ello es la evolución del consumo televisivo en EEUU. El 42% de los estadounidenses utilizan hoy plataformas de pago por ‘streaming’ para ver películas -25% servicios de pago y 20% gratuitos- frente al 28% que lo hacían en 2009. Es decir, después de la televisión ‘normal’ (71%) y el DVD (51%), es el tercer canal preferido por el consumidor estadounidense para ver cine.
Al mismo tiempo que aumenta la preferencia por el consumo a través de Internet -sea en el ordenador, consola, móvil o tableta-, hoy hay más gente que compra o alquila cine que en 2007. Es decir, mientras dicho año un 37% de los consumidores confesaban no haber visto películas, ni compradas ni alquiladas, en seis meses, en el estudio actual la cifra se reduce a sólo un 19%.
Datos que, lejos de confirmar teorías conspiratorias sobre la ‘piratería’, prueban que no es para tanto, que hay consumidores dispuestos a pagar y que estamos en el momento exacto del cambio. En el punto en que el ecosistema del consumo de medios comienza a virar, de verdad, hacia la Red: el ‘streaming’, las bibliotecas en Red, el consumo electrónico de contenidos y la publicidad ‘on line’.
No son las únicas cifras del informe. Las hay igual de contundentes:
– El 9% de los estadounidenses habrían cancelado sus cuentas de televisión por cable en 2011 y el 11% considerarían hacerlo en 2012 -y cuanto más jóvenes, más propensos a ello-.
Frente al 71% que prefieren ver sus series y ‘shows’ de televisión favoritos en la tele -el 35% en servicios de DVR y el 26% bajo demanda-, el 22% lo hacen en ‘streaming’ a través de Internet en sitios gratuitos y el 21 en la página web del programa. Una vez más, muy superior a las cifras de sitios ilegítimos: sólo un 15% optan por páginas de vídeo compartido y un 4% por P2P.
En 2007, sólo un 23% compraban y descargaban libros digitales frente a un 36% que optan por ello hoy.
– El 20% de los jóvenes entre 23 y 28 años leyeron prensa en los últimos seis meses a través de un ‘smartphone’ frente al 9% que lo hacían en 2010. Y el 11% confirma que leer noticias en el móvil es su forma favorita de hacerlo.
Con estos datos, obtenidos de una encuesta a 2.000 personas de entre 14 y 75 años, es posible aventurarse y decir que en 2013 o, como mucho en 2014, este cambio, eterna promesa y teoría, será una realidad incontestable. Es decir, 2012 es el momento de renovarse… o morir, porque llegan años que serán de consumo masivo de información y entretenimiento siempre que sean de calidad y tengan un precio justo.