Varias marcas importantes tienen aplicaciones para Facebook que comunican instantáneamente las actividades de los usuarios – la última canción que han escuchado, el artículo que acaban de leer. Sin embargo, en Estados Unidos, hay una notable excepción: Netflix.
El servicio de streaming de vídeo tiene prohibido crear una aplicación para Facebook en Estados Unidos debido a una ley de 1988 diseñada para proteger la privacidad de los consumidores, y los legisladores, claro está, no se ponen de acuerdo en cómo renovarla.
La legislación se llama Video Privacy Protection Act (VPPA o Ley de protección de la privacidad de los videos), y pone en evidencia la problemática de una añeja legislación rezagada ante las nuevas tecnologías. Netflix está cabildeando en el Congreso para cambiar lo que calificó como una ley “ambigua” y “confusa” en una entrada de blog en septiembre.
La VPPA surgió de extrañas circunstancias que rodearon la fallida nominación del jurista Robert Bork a la Suprema Corte. Cuando las audiencias para la nominación de Bork se llevaban a cabo en 1987, un escritor freelance del semanario Washington City Paper persuadió a un empleado de una tienda de alquiler de vídeos para que le diera el historial de rentas de Bork.
El escritor, Michael Dolan, explicó después que estaba probando un punto: “Bork dijo, los estadounidenses disfrutan solamente de aquellas protecciones a la privacidad consagradas por la legislación.” Los alquileres que Bork realizó eran bastante ordinarios, pero el City Paper publicó la lista de las películas de todos modos, para disgusto de los legisladores.
El Congreso rápidamente aprobó la ley VPPA unos meses más tarde, la cual prohíbe a “un proveedor de servicios de videocasetes” revelar la “información personal” de sus clientes, a menos que el cliente diera su consentimiento por escrito.
Está claro que el Congreso intentó, en aquel año de 1988, legislar para un mundo post-VHS, refiriéndose a “cintas pregrabadas de video o materiales audiovisuales similares.” Pero Netflix indicó que ese vago lenguaje no arroja luz sobre la situación actual. “Es ambigua acerca de si se aplica a nosotros. Simplemente no lo sabemos, y preferimos acatarla antes que arriesgarnos a cruzar la línea,” dijo a CNNMoney el portavoz de Netflix, Steve Swasey.
Mientras tanto, la aplicación de Netflix para Facebook está en marcha y funcionando en los otros 46 países donde la compañía ofrece su servicio; todos, excepto Estados Unidos.
¿Y la competencia?
Para complicar más el asunto, Hulu, rival de Netflix, lanzó su propia aplicación para Facebook el año pasado. Los usuarios pueden elegir compartir o no compartir su historial de visualizaciones.
Hulu declinó emitir comentarios para este artículo, y no entendemos con claridad por qué su aplicación no viola la ley VPPA. De acuerdo con un abogado, se trata de una zona pantanosa: podría reducirse al hecho de que Netflix ofrece CDs además de streaming de video, mientras que Hulu sólo brinda streaming.
“Podría decirse que la intención de la ley es que el formato del vídeo -sea streaming o disco compacto- no debería importar. Un fiscal general diría eso. Pero Hulu podría argumentar que la ley sólo cubre los productos físicos,” comenta James Gatto, jefe de medios sociales, entretenimiento y tecnología en el bufete Pillsbury Law.
La cuestión, dice Gatto, es que “en cierta medida, los legisladores no quieren realmente legislar sobre la tecnología. Quieren delinear un objetivo. Pero en este caso, la ambigüedad es un problema.”
La batalla legal: La claridad podría darse bajo la forma de una actualización a la ley VPPA, que Netflix cabildea, pero los legisladores han estado debatiendo durante meses sobre la mejor manera de modificar la ley.
El congresista republicano Bob Goodlatte presentó una enmienda el año pasado que iba a cambiar la legislación VPPA de dos formas: los clientes pueden dar su consentimiento “a través de Internet, y por adelantado por un período determinado o hasta que dicho consentimiento sea retirado.” Esa enmienda, llamada H.R. 2471, le despejaría el camino a Netflix.
La Cámara Baja aprobó el proyecto de ley en diciembre, con una votación de 303 votos a favor y116 en contra. Pero el método para otorgar el consentimiento ha encontrado resistencia entre los demócratas del Senado.
“Marcar una sola vez y que eso tenga el efecto de una renuncia perenne de la privacidad no me parece el mejor camino para los consumidores,” rebatió el senador demócrata Patrick Leahy en una audiencia sobre la enmienda celebrada en enero.
El senador Al Franken, demócrata que preside el subcomité del Senado sobre la privacidad, la tecnología y la ley, también dijo que se opone a dicho método de consentimiento. “Después de escuchar el testimonio de hoy, creo que es hora de actualizarla [VPPA], Pero todavía no estoy convencido de que la H.R. 2471 sea la manera de hacerlo,” señaló en la mencionada audiencia.
El republicano Goodlatte confesó sentirse frustrado por que las películas están reguladas de manera diferente que otros medios. “Hoy la gente lo hace con los libros y los artículos, sin necesitar la autorización del gobierno. La única razón de esa distinción es que el gobierno tomó el control de ese tema en 1988,” afirmó.
Esa es la filosofía que Netflix suscribe, pues según el portavoz Swasey: “Vivimos en línea. Vivimos en público. El hecho de que esto no está regulado para la música, los libros y otros medios de comunicación, pero sí para las películas… es injusto para los consumidores.”
Sin embargo, un abogado dice que si los legisladores van a modificar la ley, deberían considerar un enfoque más general. “Deben aclarar sobre cuáles formatos aplica la ley, sólo los discos, o todos los formatos. Que no le dejen la decisión a los tribunales,” apunta David Gurwin, legista experto en medios de la firma Buchanan Ingersoll & Rooney.
Por supuesto, incluso con las modificaciones modernas, es imposible garantizar que una ley se aplicará a avances tecnológicos aún desconocidos. “En el momento en que se apruebe la legislación, la tecnología tal vez sea obsoleta,” comenta Gurwin. “La nueva tecnología siempre va a superar la capacidad de la ley para ponerse al día.”
Entre tanto, la ley VPPA está causándole problemas a Netflix en más de una forma. Apenas el mes pasado, la compañía reveló que pagó 9 millones de dólares para resolver una demanda presentada en 2011, por clientes que alegaron que Netflix no borró los datos de sus cuentas personales después de transcurrido un año, otra provisión contemplada en la ley VPPA.
No hay un plazo establecido para futuras audiencias o votaciones en torno a la actualización de la VPPA, pero Swasey de Netflix señala que la compañía “tiene la esperanza de que pueda ser abordada por el Congreso este año.”