Facebook, Twitter, Google, AOL y IAB han se han aliado con el objetivo de acabar con el ‘spam’ y publicidad maliciosa. Se trata de una iniciativa para proteger a los usuarios de ser estafados y obtener mayor confianza en la publicidad en línea.
La confianza por parte del usuario al comprar un producto a través de Internet ha sido siempre muy baja. Esto es debido a la gran proliferación de ‘spam’ y anuncios maliciosos. Eso pone en peligro la infraestructura de la publicidad que sustenta los sitios Web. Por ello, es importante que las grandes compañías de Internet luchen contra este tipo de estafas.
Para acabar con el problema, se ha fundado la denominada Alianza de Integridad de Anuncios, que ha sido creada por la organización sin ánimo de lucro StopBadware, que lucha contra los malware. El objetivo será mitigar los anuncios malos mediante el desarrollo de mejores prácticas y recomendaciones de política para los sitios web, proveedores de servicios y desarrolladores de software.
Según ha afirmado el director ejecutivo de la organización Maxim Weinstein, “nadie puede enfrentar las amenazas a escala de Internet por su cuenta, por lo que estamos reuniendo a las organizaciones líderes en la industria para abordar el problema en colaboración”.
Los fundadores componentes de la asociación han sido los gigantes de Internet y las redes sociales más populares: Facebook, Google, Twitter, AOL y el Interactive Advertising Bureau (IAB). Estas compañías lucharán por la integridad de la publicidad sirviendo de plataforma para el intercambio de información acerca de los malos actores y compartiendo las tendencias pertinentes con los responsables políticos y los organismos encargados de que se cumplan.
El director de políticas públicas globales en Google, Eric Davis ha afirmado que la Alianza de Integridad de Anuncios “servirá como un foro para que estas compañías puedan “trabajar juntas para proteger a los usuarios de los anuncios malos y fortalecer la confianza en el ecosistema de la publicidad”. Esto es importante, ha dicho, ya que cuando el usuario se siente engañado “pone en peligro la confianza de la Web”.