El jefe del servicio secreto estadounidense apareció en escena este viernes en la convención más grande de hackers del país para ofrecerles un empleo.
“En esta sala, esta sala de aquí, se encuentra el talento que nuestra nación necesita para asegurar el ciberespacio”, dijo el director de la Agencia de Seguridad Nacional, general Keith Alexander, al público de pie en la DefCon, un encuentro en Las Vegas al cual se espera que asistan 16.000 asistentes, una cifra récord.
“Necesitamos gran talento. No pagamos tanto como los demás, pero somos atractivos”, añadió el también cabeza del Cibercomando de EE.UU.
La presencia de Alexander es un hito para la DefCon, la Meca de los piratas informáticos, los cuales a menudo tienen una difícil relación con las autoridades federales. La DefCon es la hermana más grande, más salvaje y menos oficial de BlackHat, la conferencia de seguridad cibernética que terminó el jueves también en Las Vegas.
BlackHat atrae a trabajadores trajeados de seguridad informática. En la DefCon se visten con camisetas y pasan el fin de semana mezclándose con los criptógrafos, desarrolladores de programas, investigadores de seguridad y con un puñado de agentes militares y de la policía, con y sin uniformes.
DefCon tiene fama de escaparate para los hackers de élite. Los gafetes de inscripción por sí solos son una proeza técnica, con una placa de circuito personalizable. Un grupo de hackers llamado Ninja Networks pone en funcionamiento una red privada de celulares para conversar durante el evento, una maniobra que consiguió los elogios de Alexander durante su intervención.
Ese tipo de cosas son las que necesita el gobierno, dijo. Jugando con el público, Alexander recitó una larga lista de estrellas de la industria de la tecnología, como Vint Cerf y Aitel Dave, quienes han estado en la nómina federal.
“Somos los que construimos este internet”, dijo Alexander, haciendo referencia al papel clave que desempeñaron las agencias como la DARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa) en los primeros días de la red. “Ahora somos los que tenemos que mantenerla segura, y creo que ustedes nos pueden ayudar a eso”.
Para recalcar la propuesta, la Agencia Nacional de Seguridad puso en marcha un sitio especial de reclutamiento para el show: www.nsa.gov/careers. No es la típica página para profesionistas del gobierno. Este incluye la frase: “Si, por así decirlo, cuenta con algunas indiscreciones en su pasado, no se alarme”.
La Agencia está especialmente interesada en atraer a personas como las que se reunieron en una sala de conferencias a sólo 20 metros de distancia de la presentación de Alexander, encorvados sobre sus laptops y sus cajas de comida para llevar. Son competidores en la batalla de Capturar la bandera de Defcon, una especie de Juegos Olímpicos para geeks.
Por lo general hackear es un deporte sin glamur, sin embargo, en Defcon puede tener alguna relevancia Capturar la bandera, un certamen famoso entre el círculo de nerds. En una sala oscura en donde hay música rock y luces láser de colores, 20 equipos de competición luchan durante 48 horas por ingresar en los servidores del contrario y robarles información clave, llamada “banderas”, a la par de contener los atacantes rivales. El ganador será anunciado este domingo por la tarde noche durante las ceremonias de clausura de la DefCon.
Codificadores de todo el mundo luchan a través de una serie de rondas de clasificación para llegar a Captura la bandera. “Los hackers que están aquí son los mejores del mundo”, murmuró un observador en voz baja, mirando a los equipos febrilmente actuar sobre sus computadoras unas cuantas horas después de que inició la competición la mañana del viernes.
A la Agencia le encantaría aprender más acerca de las hazañas que utilizan los hackers en Capturar la bandera. Pero, ¿los hackers quieren jugar en conjunto?
La reacción del público a la charla de Alexander fue en general favorable. Los organizadores tuvieron que dejar fuera de la sala de conferencias a cientos de asistentes que querían entrar, y los que pudieron hacerlo escucharon con atención el discurso del general.
Uno de los asistentes, casi hasta adelante de la sala —un investigador de seguridad empresarial que está especializado en defensa en contra del espionaje digital—, dijo haber quedado impresionado. Y lo que es más importante, desde el punto de vista de la ANS, es que él dice que considerará echarle un vistazo a las opciones de trabajo que brinda la agencia.
“Creo que sería emocionante”, dijo el investigador, quien pidió permanecer en el anonimato. “Quiero decir, ése es el propósito. Nosotros intentamos proteger nuestro IP de la empresa. Ellos intentan proteger al país y a la gente. Sería algo formidable, a pesar de que la paga es nada”.
Por supuesto, no todos fueron conquistados tan fácilmente. Unas cuantas filas más atrás, un grupo de cínicos arremetía contra la charla de Alexander.
“Chicos, a veces ustedes tienen una mala reputación”, dijo Alexander en cierta parte de la charla. “Desde mi perspectiva, lo que está haciendo para resolver las vulnerabilidades de nuestros sistemas es absolutamente necesario”.