El espionaje, la interceptación o el monitoreo de comunicaciones privadas, tiene una historia muy antigua en la República Dominicana, pues hay registros de esta práctica desde el intercambio de cartas, cuando personas no autorizadas abrían correspondencias para conocer el contenido de una misiva. Hasta la aparición del primer dispositivo de telecomunicación o comunicación a distancia: el telégrafo, que dio inicio formal a la sistematización y uso frecuente del espionaje electrónico en el país, siendo el primer registro histórico de esta práctica el que se dio en 1893, cuando el Ministro de Correos y Telégrafos de la República Dominicana tuvo un conflicto con la compañía Francesa Telegraphique des Antilles, que operaba la red telegráfica de la República Dominicana y que fue acusada por el gobierno de esa época de intervención política por medio a la violación del sigilo de la correspondencia oficial, perpetrado por varios empleados del Telégrafo, sobre todo por el Sr. León Escudier (el director) que suministraba información a los enemigos del gobierno dominicano de aquellos años.
Los anteriores acontecimientos provocaron que el gobierno dominicano se viera en la obligación de crear una Estación Telegráfica Nacional independiente y con entrenamiento propio, que permitió al gobierno establecer líneas telegráficas desde la capital hasta el Occidente de la República, comunicando a la misma con San Cristóbal, Baní, Azua, Barahona, San Juan, Las Matas de Farfán y Bánica. Las redes telegráficas eran de un elevado significado político por su importancia en la comunicación a distancia y por la alta cantidad de información confidencial que se manejaba por estas redes. Esto provocó que desde el régimen de Heureaux en 1899 se presentaran conflictos, debido a que batallones de hombres opuestos al régimen desconectaban algunos puntos de las redes, interceptaban mensajes y se mantenían al tanto de muchas acciones del gobierno.
Como ven, desde el origen mismo de la comunicación y desde la aparición del telégrafo como primer dispositivo de telecomunicaciones, el espionaje ha sido una realidad a la que hay que combatir con dureza y sin complicidad, pues ha perdurado a través del tiempo en el teléfono, el beeper, los móviles (celulares) y la Internet.
Pues ya que tenemos historia y leyes actuales, vamos a cumplir las leyes y quien incumpla, que pague. Por Dios, esto es un delito como cualquier otro!!