En 2002, Red Hat luchaba por ser el mayor distribuidor de Linux. Por delante tenía a SUSE y Caldera; por detrás a otros como Mandriva y el ya fallecido Progeny Linux. A día de hoy, Red Hat se ha convertido en la primeracompañía “open source” en superar los 1.000 millones de dólares y su distribución Red Hat Enterprise Linux (RHEL) es en buena parte responsable de ello.
Estos días la firma del sombrero rojo está celebrando los diez años de su distro. “Red Hat está agradecida a la comunidad mundial de Linux y a todos nuestros socios, y se enorgullece de reconocer los logros que hemos hecho con Red Hat Enterprise Linux”, ha declarado Paul Cormier, presidente de productos y tecnologías.
“Construida a lo largo de la última década, en la actualidad Red Hat permite implementar los más avanzados entornos de TI en organizaciones que ofrecen productos y servicios que realmente mejoran la forma en que trabajamos y vivimos”, continúa Cormier. “Red Hat Enterprise Linux es un gran ejemplo de tecnología disruptiva que se convierte en un estándar de la industria”.
Al menos eso es lo que ha conseguido hoy por hoy ya que, cuando Red Hat decidió lanzar RHEL, muchos adeptos de Linux criticaron el cambio de dirección de la compañía, que había decidido apostar fuerte por su nuevo producto comercial y cancelar la distro de gama baja Red Hat Linux (RHL). Una decisión con la que muchos usuarios no corporativos se sintieron traicionados.
Otro movimiento temido en su momento fue el paulatino alejamiento del entorno de escritorio clásico para adoptar las reglas de la virtualización e introducirse en servidores. La última versión lanzada hasta la fecha ha sido RHEL 6, y se espera que la séptima edición, que abrazará con fuerza el fenómeno del cloud computing, llegue al mercado a finales de 2013.