Una oferta de empleo de Nokia ha disparado las especulaciones sobre si el fabricante de smartphones está preparando un dispositivo con Android, aunque un portavoz de la empresa lo ha negado inmediatamente. Según algunas informaciones, Nokia está utilizando LinkedIn para fichar a un “principal software engineer, embedded Linux middleware”, y Linux es precisamente la plataforma subyacente de Android. Brighthand destaca que el perfil del puesto indica que el candidato se dedicará al “software embebido en dispositivos Linux y a los controladores de hardware para nuestros nuevos y excitantes productos”.
No obstante, Doug Dawson, responsable de relaciones con la prensa de Nokia, ha salido al paso aclarando en Twitter que “la oferta de empleo que hemos publicado recientemente está relacionada con el soporte de nuestros Here Maps en otras plataformas, entre las que se cuentan iOS y Android. Nada más”.
Las especulaciones de que Nokia está trabajando en un “Plan B” para el caso de que su alianza con Microsoft no produzca resultados se han visto impulsadas por una entrevista de YLE con Risto Siilasmaa, el presidente de Nokia, quien a mediados de este año aseguró que la empresa cuenta con un “plan de contingencia” por si Windows Phone no responde a las expectativas.
Si bien aún es demasiado pronto para saber si los nuevos terminales de Nokia con Windows Phone 8 serán un éxito durante el lucrativo periodo de ventas navideñas, hasta ahora los dispositivos basados en el software de Microsoft han ofrecido un rendimiento mediocre. Los primeros modelos de Nokia con Windows Phone no han respondido a lo que se espera de la firma, y se diferencian poco de los modelos similares de otros fabricantes, como Samsung y HTC.
La noticia de que los smartphones que utilizan Windows Phone 7.5 no se podrán actualizar a Windows Phone 8 –aunque los motivos tengan mucho sentido– no ha contribuido precisamente a que los consumidores compren los modelos existentes.
Lo que no está claro es qué ganaría Nokia adoptando Android. Ahora que la nueva generación de terminales Windows Phone de la empresa muestra elementos diferenciales respecto a los productos rivales (por ejemplo, la integración de la tecnología de imagen PureView, la carga de batería mediante inducción y la incorporación de funciones de mapas avanzadas), un cambio de plataforma volvería a situar a Nokia a la cola del sector.
En caso de que Nokia decidiera, por algún motivo, que usar Windows Phone no es su mejor opción, es seguro que con Android tampoco lo tendría fácil. De hecho, salvo la notable excepción de Samsung, los demás fabricantes establecidos -desde Motorola hasta Sony, pasando por HTC- ya han comprobado lo duro que es el mercado de Android, donde el problema es diferenciarse del resto porque todos los dispositivos utilizan el mismo sistema operativo básico, que accede a la misma cartera de aplicaciones y de
contenido.
Ahora que fabricantes como Huawei y ZTE utilizan Android como trampolín para su expansión internacional, y que están surgiendo montones de competidores de bajo coste en China e India, significarse como “otro fabricante Android más” no parece tener muchas ventajas.
Por supuesto, Android ofrece algunas ventajas a quienes se dirigen al segmento de los smartphones de bajo coste, y por ello es la plataforma principal del mismo. Pero Nokia ya dispone de productos dirigidos a este mercado, de modo que la decisión de adoptar Android para mejorar su posición en el mercado de terminales de bajo coste implicaría un aumento de los costes de desarrollo y competir con productos muy parecidos a los de sus rivales, además de canibalizar sus gamas de producto existentes.
Habiendo colaborado con Microsoft para introducir Windows Phone 7.5 en la gama baja, lo más probable es que Nokia siga utilizando esta plataforma para atraer a clientes de menor poder adquisitivo, gracias a la reducción de costes alcanzada. Un buen ejemplo de ello es el recién presentado Lumia 510, un terminal con Windows Phone que se vende por menos de 200 dólares sin subvenciones de operadora.
Aunque con ello Nokia siga ofreciendo teléfonos que utilizan una plataforma no actualizada, el hecho de que sigan vendiéndose terminales con las versiones 2.x de Android demuestra que no todos los clientes exigen la versión más reciente del sistema operativo cuando compran un smartphone, especialmente aquéllos con menos conocimientos técnicos.
Además, con el lanzamiento previsto de Windows Phone 7.8, la plataforma disfrutará de una renovación cosmética que la aproximará a Windows Phone 8.
Nokia también insiste en denominar “smartphones” a los dispositivos con pantalla táctil de sugama económica Asha, alegando que así los consideran “las empresas internacionales de análisis e investigación de mercados, como GfK”. Sea cual sea la definición, dichos terminales proporcionan a Nokia otra herramienta para competir con los modelos Android más económicos, pero ejerciendo un control pleno sobre el conjunto de hardware+software, lo que le permite distinguirse. Durante el tercer trimestre de 2012, Nokia vendió 6,5 millones de “smartphones Asha puramente táctiles”, frente a los 2,9 millones de dispositivos Lumia.
Deberian lanzar un equipo android, Windows Phone todavia le falta demasiado.