Muchas personas tienden a pensar equivocadamente que al tratarse de aparatos tan pequeños, los teléfonos celulares no representan un gran peligro para el medio ambiente, porque por lo general se desconoce el tipo de sustancias que son utilizadas para su fabricación.
Sin embargo, los móviles suelen estar construidos con distintos productos químicos, los cuales son realmente de gran peligrosidad para el medio ambiente, motivo que ha sido investigado profundamente por distintas asociaciones civiles en todo el mundo.
Tal es el caso del estudio realizado por la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense, en el cual se informa acerca del daño que las toxinas provenientes de los teléfonos celulares le provocan al planeta.
Dichas toxinas poseen una composición que no les permite degradarse, por lo que terminan acumulándose en el ambiente y por ende ocasionando significativos daños en el ecosistema. Asimismo en la investigación se advierte que la incineración de móviles produce una alta contaminación en la atmósfera terrestre.
Es por ello que en la actualidad existen diversas campañas para acercarle información a la población sobre la importancia del reciclaje de teléfonos móviles que ya no se utilizan.
Cabe destacar que la mayoría de los teléfonos móviles que se comercializan en el mercado actual contiene una importante cantidad de materiales, entre los que se incluyen metales, los cuales pueden ser reciclados.
Mediante el reciclado de este tipo de equipos, es posible lograr un significativo ahorro de recursos, al mismo tiempo que se protege el medio ambiente, ya que los metales reciclados pueden volverse a utilizar para la fabricación de otros aparatos, por lo que no es necesario extraer metales nuevos.
Por otra parte, las organizaciones no gubernamentales que trabajan asiduamente en pos del reciclado de teléfonos móviles, advierten que algunos modelos de terminales contienen además de metales importantes niveles de materiales peligrosos, tales como el plomo, el cromo y el cadmio.
Es por ello que los teléfonos móviles en desuso son considerados verdaderos residuos peligrosos, y de ahí la necesidad de establecer una estructura adecuada de métodos de reciclaje viables y eficaces llevados a cabo a nivel mundial.
Como ya hemos mencionado, los teléfonos celulares son fabricados con una gran cantidad de materiales, los cuales poseen toxinas no degradables.
Por ejemplo, el parlante auricular que incluye cualquier terminal actual está construido en un 40% de metales, un 40% de plásticos, y un 20% de cerámica y materiales trazas. Por su parte, el tablero de circuitos, el cual se halla ubicado en el auricular, está fabricado con materias primas tales como cobre, oro, plomo, níquel, cinc, berilio, tántalo, coltán y otros materiales extraídos de la naturaleza. Asimismo, para su fabricación, se utiliza petróleo bruto para el plástico, y arena y piedra caliza para la fibra de vidrio.
Gran cantidad de estos materiales son conocidos con la definición de “toxinas persistentes”, las cuales se caracterizan por poder permanecer en el ambiente durante muchos años.
En cuanto a las pantallas LCD que incluyen la mayoría de los móviles actuales, las mismas son fabricadas utilizando una sustancia potencialmente peligrosa como el mercurio, además de la utilización de vidrio y plástico.
Algo similar sucede con las baterías de los teléfonos celulares, que por lo general incluyen sustancias tales como níquel, cobalto, cinc, cadmio, cobre, óxido metálico de litio y algunos materiales a base de carbón.
Si tenemos en cuenta todos estos datos, podremos notar la importancia que surge del reciclado de teléfonos celulares en desuso, para colaborar con el medio ambiente y ahorrar recursos de la naturaleza.
Y como dato interesante, te contamos que de acuerdo a los estudios realizados por la asociación Recall, se estima que hasta el último año se han desechado más de 125 millones de móviles en todo el mundo, lo cual representa alrededor de más de 65.000 toneladas de desechos.