Un cliente entra en un hotel de Bangkok, en Tailandia y no nota nada fuera de lo normal, hasta que se registra y en lugar de recibir una llave le entregan un celular inteligente.
El chip NFC (Near Field Communication) que contiene permite que el ascensor le reconozca, le abra las puertas, le suba a su correspondiente piso, y que al aproximarse a la habitación la puerta se abra automáticamente.
Una vez en el interior de la habitación, casi todo se controla con este sofisticado sistema remoto pionero, fruto de la colaboración entre la firma tecnológica Fingi y la cadena hotelera estadounidense Aloft.
El hotel de alta tecnología, que dice ser el primero en su clase del mundo, permite echar un vistazo a lo que muchos creen será la forma de operar no sólo hoteles sino nuestros propios hogares.
El celular Samsung Galaxy S2 que se proporciona a los clientes, permite controlar casi todos los mecanismos electrónicos de la habitación, que en el caso de este hotel incluye desde las cortinas, las luces de la mesita de noche e incluso la señal de “no molestar” de la puerta.
Casi todo el hotel usa tecnología controlada por pantalla táctil, y usando las tabletas del restaurante, pueden ordenar su comida.
Una tableta en la recepción permite al cliente obtener información sobre el área y ordenar comida o una botella de vino en el restaurante. Este concepto de servicio se conoce como tecnología accesible y en el caso de este hotel, no se limita a los muros del complejo.
El cliente puede llevarse el celular, y como éste contiene una tarjeta SIM local, el huésped puede navegar en internet, orientarse con los mapas en línea y hacer llamadas por muy bajo costo. Eso sí, si éste llega a perder el aparato, la experiencia puede resultar extremadamente cara.
Algunos consideran que el hecho de usar un celular que no es propio para navegar e introducir datos personales, podría suponer un riesgo para la privacidad.
Pero según aclaró a BBC el director del hotel, Brendan Daly, cuando el cliente se va del hotel los datos se borran automáticamente.
“El número asignado forma parte de una lista de mil números, así que éste pasa automáticamente a la cola y no va a ser reusado en muchos meses”, añadió.
Según Eric Williams, de la empresa tecnológica Fingi, la idea es que en un futuro el sistema pueda funcionar en los celulares de los propios clientes.
“Actualmente usamos una aplicación que ha sido subida al celular que damos a los cliente, pero en un futuro será una aplicación que se pueda descargar en el aparato del individuo”, finalizó.