
Debido a la llegada de la Internet, esa gran red de millones de computadoras interconectadas en todo el mundo y que interconecta a miles de dominicanos, la forma de protestar ha experimentado una evolución y un cambio significativo, pues ha permitido a la clase media, grupos profesionales y sectores progresistas de la sociedad dominicana, comunicarse más efectivamente, coordinarse y convocarse a la realización de protestas, reclamos y manifestaciones que antes no realizaban y que eran propios de barrios emblemáticos por sus grandes luchas sociales como Capotillo.
De forma increíble, hoy no vemos gomas quemadas, piedras o comercios cerrados en Capotillo, hoy esa minoría de la sociedad dominicana que está en la Internet, que se estima en unos 3 millones de personas y que es la clase media, aquella que puede pagar un servicio caro de Internet, tener una computadora y estar alfabetizado aunque en ocasiones precariamente, es esa clase que nunca reclamaba, es la que hoy convoca miles de personas en manifestaciones cívicas, llama la atención de la prensa nacional e internación y hace hablar al presidente Leonel Fernández, evidenciado ante la presión internacional de cadenas como CNN por la manifestación de rechazo e indignación en Twitter y Facebook de miles de dominicanos que repudian la unilateral reforma fiscal.
La indignación tuvo su mayor eco ayer, ante el discurso del presidente Fernández, al convertir la etiqueta #LeonelMiente en la más comentada mundialmente en Twitter, elevándose de esta forma la voz de una clase media que está cansada de una forma clientelista, corrupta y demagógica de hacer política.
Esas manifestaciones, que representan el sentimiento de todo un país, encarnado en unos 100 mil usuarios dominicanos activos en Twitter y unos 2.7 millones en Facebook, deben organizarse políticamente si quieren realmente generar un cambio, de lo contrario serán un reflejo de la justa insatisfacción de la población, pero no se convertirán en la Trinitaria de esta era digital, pues después del Tweet, del mensaje en Facebook y el encuentro físico en diversos puntos del país, debe pasarse a la organización política o apoyar a una existente, para desde el poder ejecutivo y el legislativo construir una nueva República Dominicana.