Una investigación desarrollada en Estados Unidos dice que el uso de celulares y tabletas por parte de menores ha aumentado en últimos dos años. Otros estudios han demostrado que los dispositivos entorpecen el desarrollo cerebral de los menores.
La psicóloga Catherine Steiner-
Adair explica en su libro “La gran desconexión” que el cerebro dobla su tamaño en el primer año de vida, alcanzando el 70 por ciento del volumen que tendrá de adulto, el que llegará al 85 por ciento de su tamaño a los dos años. Por ello, apunta el texto, los niños necesitan estimulación de las personas, y no de las pantallas.
El problema es que cada vez menos padres parecen sintonizar con este precepto: uno de cada tres niños (38 por ciento) ya utiliza dispositivos móviles (celulares o tabletas) antes de aprender a hablar, según el último informe de Common Sense Media, una ONG de EEUU preocupada del bienestar infantil.
El problema, según Ruth de Diego Balaguer, psicóloga de la Universidad de Barcelona y autora de un estudio sobre el lenguaje publicado en julio por el diario chileno La Tercera, es que los dispositivos electrónicos fomentan el uso de otros circuitos cerebrales, encargados del reconocimiento visual de las palabras. “Cuando un niño usa un aparato electrónico, debe transformar el código visual al auditivo para usar la vía directa audio-motora, que es la más óptima para el aprendizaje”, explicó De Diego.
Según la encuesta, realizada a 1.463 padres, en los últimos dos años ha aumentado el número de niños de entre 0 y 8 años con acceso a tecnologías móviles, que pasan una media de 15 minutos al día conectados a ella, 10 minutos más de lo que constató el mismo estudio en 2011. “Los niños que ni siquiera pueden hablar caminarán hasta una pantalla de televisión y tratarán de pasar el dedo como si fuera un iPhone“, dijo Jim Steyer, director de Common Sense Media al sitio Mashable.
Videos y aplicaciones
Victoria Rideout, autora de la investigación, indicó que bajo los dos años las actividades se centran en ver videos o jugar con aplicaciones musicales, de aprendizaje de palabras y juegos como Angry Birds, entre otros.
“No preguntamos sobre el uso consciente (si el niño sabe o no sabe lo que está haciendo) de los dispositivos, pero si vamos a YouTube se pueden ver videos de bebés y niños de entre 1 y 3 años usando iPad y tabletas. Mi sobrino usa el smartphone de su mamá todo el tiempo. Puede que no puedan hacerlo por sí mismos, probablemente le piden hacerlo al papá o a la mamá”, dice Rideout.
De acuerdo con la investigadora, aunque este estudio no relacionó el uso de tecnología de los niños con el de sus padres, un reporte que realizó este año para la Universidad de Northwestern encontró una correlación muy cercana. Entonces un 12 por ciento de los padres dijo que era muy probable que usaran dispositivos como juguetes para mantenerlos ocupados.