La fiebre y las ganas de los usuarios de ser los primeros en tener en sus manos el nuevo buque insignia de Samsung, el Galaxy S4, ha provocado que la surcoreana haya tenido que cambiar su procesador Exynos 5 Octa por el Snapdragon 600 en los primeros móviles vendidos, debido a la incapacidad de la compañía de fabricar dispositivos a un ritmo mayor al actual.
El 70 por ciento de los primeros Galaxy S4 vendrán con el procesador de Qualcomm Snapdragon 600 según la web coreana Etnews. En total serán siete millones de dispositivos, de los 10 millones enviados, los que tendrán este cambio ya que la compañía surcoreana no puede abastecer la alta demanda del nuevo dispositivo.
El cambio viene porque la compañía no cuenta con suficientes chips Exynos 5 Octa, para cubrir la demanda. La semana pasada Samsung anunció que estos procesadores estarían listos para el segundo trimestre de 2013, lo cual es demasiado tarde para poder crear y estar a tiempo para el envío de los primeros Samsung Galaxy S4 que comenzarán a finales de abril.
El Qualcomm Snapdragon 600 cuenta con cuatro núcleos con una frecuencia de 1,9 GHz y el Exynos 5 Octa 5410 tiene ocho núcleos, cuatro a 1,6 GHz Cortex-A15 y otros cuatro a 1,2 GHz Cortex-A7. Por ello la solución que han encontrado este año, dado que prevén vender 40 millones de dispositivos de su nuevo buque insignia, es que, en vez de quedarse sin suministro de chips, y tener que parar los envíos de los dispositivos, han preferido optar por colocar a todos los modelos el Qualcomm Snapdragon 600 para la CPU.
Este procesador ya estaba programado para usarse en la mayoría de las versiones estadounidense de este dispositivos. Esto podría valer de solución ya que si la compañía no pudiera hacer frente a la cantidad de dispositivos que le piden desde el principio, o la calidad de estos se viera afectada por un problema como este, las críticas podrían ser fatales y la compañía surcoreana podría ver como sus ventas descienden y no llegan a su plan de ventas, previsto en 100 millones de dispositivos. Esta no es la única vez que le ha sucedido esto a Samsung. El año pasado con el dispositivo Galaxy S3 también se enfrentó a varios problemas de producción lo que hizo que su volumen de ventas al principio de verano bajara.