En la semana pasada, el popular cantante Justin Bieber, una de las grandes celebridades entre los adolescentes, ha sido noticia, no por haber lanzado un nuevo disco, si no por haber invertido 1,1 millones de dólares en una red social para adolescentes: Shots of Me. La red social, que se lanzará a finales de esta semana, se ocupa de lo que los adolescentes “no están recibiendo de otras redes sociales”.
“Cuando le dijimos que estábamos buscando crear una red social para los adolescentes que realmente se ocupase de lo que no están recibiendo en otras redes, y que trata de hacer frente con cosas como el ciberacoso, sus ojos se iluminaron”, dijo el CEO de la red social, John Shahidi. Lo que está claro, es que la influencia de Justin Bieber en esta nueva red social le va a proporcionar un gran número de descargas y un mayor uso, algo que ocurre cuando una cara conocida pone sus ojos en una nueva empresa o en alguna que no pasa por buenos momentos.
Pero no es la primera vez que Bieber invierte dinero en una empresa tecnológica, ya lo ha hecho en otras ocasiones y seguro que lo seguirá haciendo. Podemos decir, que lo que hace décadas atrás parecía complejo, intrincado y casi una trampa para los ahorros de cualquier famoso adinerado y desprevenido, hoy resulta ser una interesante inversión, tanto para las startups que les recomiendan sus asesores financieros como para concretar sus proyectos personales.
De dos hombres y medio a Sillicon Valley
O si no que se lo digan a Ashton Kutcher. El popular actor es uno de los habituales en pasearse por Sillicon Valley. Su pasión por la tecnología le ha llevado, incluso, a interpretar recientemente a un joven Steve Jobs, dispuesto a comerse el mundo con su manzana.
Los inicios de Ashton Kutcher como inversor en startups de Silicon Valley estuvieron cargados de desconfianza y escepticismo. La idea más extendida era la de que Kutcher era tan solo una cara bonita que no sabía muy bien qué hacer con su dinero, pero años después el tiempo le ha dado la razón y ha silenciado muchas bocas. Para ello no hay más que nombrar algunas de las empresas en las que ha invertido a través de su propia empresa A-Grade: Airbnb, Skype, Foursquare, Fab, Spotify…Casi nada.
En una entrevista que realizó Kutcher hace unos años, él mismo argumentaba:
“Disecciono un producto igual que disecciono un personaje que vaya a interpretar. Intento meterme en la mente de esa persona – el usuario, el consumidor – y descubrir por qué están haciendo algo y qué quieren de eso…Lo que busco al invertir en una startup es que ofrezca una solución a un problema del mundo real”.
Recientemente Kutcher también ha sido noticia. El guapo actor ha sido contratado como ingeniero por la multinacional tecnológica china Lenovo para desarrollar y promocionar su nueva línea de tabletasYoga. El anuncio tuvo lugar en un evento celebrado en el centro YouTube Space de Los Ángeles, donde se presentó el primero de esos dispositivos que, a diferencia de otras tabletas, incorpora una estructura cilíndrica en uno de sus extremos para que sea más fácil de sujetar.
Justin Timberlake, otro aficionado a las inversiones tecnológicas
Tras su participación en la película “La red social”, del director David Fincher interpretando a Sean Parker, creador de Napster, el actor y cantante Justin Timberlake le cogió el gusto a todo lo relacionado con el sector de la tecnología. En el mes de julio de 2011, 10 meses después de estrenarse la película, Timberlake adquirió una participación en la compra de la red social MySpace por parte de Specific Media tras ser vendida por la compañía que preside Rupert Murdoch, News Corp, por una cantidad cercana a los 24 millones de euros.
Meses después, el actor decidió invertir en una nueva empresa llamada Dekko junto con la compañía Venture 51.Esta compañía, fundada en el mes de mayo de ese año, está trabajando en eldesarrollo de una plataforma de realidad aumentada. Gracias a la plataforma los usuarios podrán“ver e interactuar” con personajes de universos paralelos “caminando entre nosotros”.
Por otro lado, Justin dio su imagen el pasado mes de mayo para el iTunes Festival. La superestrella fue cabeza de cartel del festival anual de música, que se realiza todas las noches de septiembre y se transmite en vivo en dispositivos de Apple como el iPad, iPhone y Apple TV.
Internet y móvil, los sectores más destacados
La mayoría de las celebridades que han invertido en alta tecnología en los últimos cinco años se han ido a empresas de Internet, pero las celebridades también han respaldado al menos 28 startups de móviles. Leonardo DiCaprio, por ejemplo, participó en una ronda en la app Mobli para compartir fotos.
Otro ejemplo es el actor Will Smith, quien puso dinero junto al rapero Jay-Z para Viddy, una aplicación para iPhone para compartir vídeos a la que llaman el Instagram de los vídeos. Piqué y Shakira también han invertido dinero en esta app. Por otro lado, Cristiano Ronaldo invirtió en Mobitto,compañía lusa de marketing móvil.
De acuerdo con Johanna Blackely, de la Universidad de Southern California, invertir en tecnología es una forma interesante para los famosos, puesto que esto abre nuevos canales de comunicación. De tal manera que “los famosos tienden a entender la importancia de los nuevos medios para sobrevivir. Las plataformas sociales, en concreto, son carreras donde los famosos crecen o disminuyen”. Sin embargo no todo es miel sobre hojuelas para los artistas, un claro ejemplo de esto es Bono, que fue calificado como el peor inversionista en tecnologías al fundar su empresa Elevation Partners.
Lady Gaga, quien también ha hecho sus pinitos al apostar por la tecnología, es un caso especial, puesto que su inversión está respaldada por Eric Schmidt, el presidente de Google. Dicha inversión está en Blackplane, una red social para fans y entusiastas de la música.
Es verdad que como celebridades que son tienen un tanto allanado el camino para que sus proyectos fluyan y en la mayoría de los casos lleguen a buen puerto, pero eso no los libra de convertirlos en grandes fracasos si las ideas y sus capacidades como empresarios no son lo suficientemente apropiadas para luchar en el salvaje mundo de los negocios.