Bitcoin es el nombre de la primera moneda virtual, electrónica o digital que sólo existe en Internet desde el año 2009, cuando fue creada por una persona o grupos de personas bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, quienes también desarrollaron el programa de código abierto Bitcoin en el año 2008, bajo un protocolo de red que interconecta, gestiona y administra con un software o algoritmo todo el sistema, ya que no depende de ningún país o algún emisor central, aunque se dice que detrás del seudónimo nipón se oculta un grupo de estudiantes irlandeses.
En torno a esta moneda virtual, ya hay todo un mercado en Internet, donde muchos portales y páginas web ofertan productos o servicios que aceptan ser pagados con la moneda Bitcoin bajo un esquema de libre circulación de pagos en el que cada cual pueda guardar su riqueza y transmitirla libremente al margen de la intervención del Estado. En el sistema bitcoin, no se confía en una persona o un promotor en particular, se confía en el propio código o software del sistema. Un código, que cualquiera puede consultar, ha sido consultado por cientos de programadores comprobando que funciona.
Bitcoin funciona bajo el mismo fundamento que cualquier sistema financiero, se abre una cuenta en www.bitcoin.org, donde se le asigna una billetera, luego hay todo un esquema para generar Bitcoin, ofertando productos o servicios, por los cuales se le paga con esta moneda virtual, lo cual permite acumular Bitcoins, que pueden ser utilizados para comprar computadoras, celulares o cualquier otro artículo por Internet, siempre evitando acumularlos por largos periodos, como protección ante un desplome del valor de la moneda, que genere pérdidas en el poder adquisitivo, pues sus mismos desarrolladores recomiendan ser cautos, y tratar esta moneda electrónica como software experimental.
En la actualidad, Bitcoin es una red o plataforma donde circulan más de mil millones de euros en bitcoins, pero a pesar de esos sorprendentes volúmenes, la moneda virtual sigue siendo volátil, y el pasado mes de abril, perdió casi el 80% de su valor en un solo día. Bitcoin podría devaluarse por la disminución de sus usuarios, y entonces ese “oro digital” estallaría como una burbuja. Otro riesgo es que al funcionar de forma anónima, puede utilizarse con malos propósitos.