En Kaspersky Lab aseguran que el robo de identidad es un problema creciente y propone una serie de consejos para evitar este tipo de amenazas.
No almacenar datos financieros: Es cómodo tener almacenados los datos de tarjeta de crédito o la dirección de facturación en las tiendas online donde se suele comprar. No obstante, debido a las brechas de seguridad de estas páginas, es conveniente no hacerlo.
Cuidado con las estafas digitales: Existen muchas formas de timos online, algunos de ellos se reconocen fácilmente, como el email procedente de una familia real en África que quiere compartir con nosotros millones de dólares. U otros más engañosos como las notificaciones para restablecer la contraseña de nuestra entidad bancaria. De todos modos, hay que ser cautelosos ante cualquier mensaje online que pida información personal o requiera la descarga de un archivo.
Seguros: El robo de identidad se ha convertido en un riesgo que ya cubren las empresas aseguradoras, protegiéndote en caso de ser víctima de un ataque de este estilo.
El riesgo de los dobles: Una de las formas con peores consecuencias del robo de identidad es crear una presencia online doble que haga creer a nuestro círculo que somos nosotros e intercambien información con alguien desconocido. Aunque se trate de una broma, este ataque puede dañar nuestra reputación. Para evitarlo, en Kaspersky Lab recomiendan a los usuarios buscarse periódicamente en Google o Facebook para asegurarse que nadie se está haciendo pasar por nosotros. Si es éste el caso, se debe informar de dicho abuso en la red social pertinente e intentar cerrar el perfil cuanto antes.
Rapidez: Si un usuario cree que ha sido víctima de un robo de identidad, tiene que actuar lo más rápido posible. Debe ponerse en contacto con el banco, proveedor de email o cualquier plataforma comprometida. Normalmente, los robos de identidad poseen motivaciones financieras y pueden tener un efecto devastador en la cuenta corriente.
Usar contraseñas seguras: Los ataques contra los servicios en la nube como DropBox o LinkedIn han puesto en peligro la seguridad de millones de usuarios. No obstante, es posible ponerles un límite si se utilizan claves seguras y robustas. Lo cierto es que no es sencillo recordar una contraseña segura (larga combinación de letras, números y caracteres no alfanuméricos) por lo que la mejor opción es utilizar un gestor de contraseñas. Además, es aconsejable cambiar dichos códigos con frecuencia, usar claves únicas para cada cuenta y tener una cuenta de correo electrónico solo para las finanzas online.
Solución de seguridad: Siempre es recomendable tener una solución de seguridad que nos proteja frente a cualquier amenaza conocida.