La fotografía es una expresión artística que ha acompañado al hombre desde los albores de la tecnología, brindándole la posibilidad de retratar para siempre esos momentos especiales vividos y no olvidarlos jamás.
Desde aquellos primitivos equipamientos utilizados en la Francia de principios del siglo XIX, hasta los sofisticados sistemas electrónicos digitales de la actualidad, los equipos de fotografía han recorrido un largo trecho para poder convertirse en un aliado inseparable de cualquier salida, excursión o momento especial de nuestra vida.
Desde 1990 viene desarrollándose una lenta pero inevitable sustitución tecnológica en el ámbito de la fotografía, ya que los rollos de película y el largo y tedioso proceso de revelado se encuentra siendo reemplazado por una tecnología mucho más práctica y limpia: la cámara digital.
Este nuevo sistema de fotografía se caracteriza por su conveniente modo de uso, el bajo presupuesto de operación que requieren, excelente calidad de imagen, su pequeño tamaño y por supuesto la practicidad que ofrece al momento de visualizar, compartir y manipular las fotografías tomadas.
Si lo que estás pensando es abandonar tu antigua 35 mm. para poder disfrutar de todos los beneficios que te aportará el uso de cámaras digitales, a lo largo de este artículo te vamos a contar los secretos de esta nueva tecnología, exponiendo todo lo que necesitas saber sobre este apasionante tema.
Cómo funciona mi cámara digital?
Las cámaras fotográficas digitales cuentan con una serie de elementos que le proporcionan a la misma la habilidad de tomar fotografías, del mismo modo en que lo hacían sus antecesoras de película:
– Una lente por la cual dejar pasar la luz que formará la imagen a fotografiar. Esta lente puede ser del tipo fija o intercambiable.
– El visor por el cual se pueda encuadrar el objeto a retratar. En los equipos más modernos esta función está prevista mediante una pantalla LCD.
–El flash que le permitirá a la cámara digital iluminar la zona cuando existan condiciones de baja luminosidad.
– Un disparador para capturar la imagen.
– Un elemento que sea sensible a la luz para permitir la captura de las imágenes.
– Un elemento que sirva para almacenar las mismas.
La diferencia más importante entre estas dos tecnologías es el modo en que los equipos obtienen las imágenes.
En una cámara de película, para reproducir la imagen que hemos captado, la luz que ingresa a través de la lente provoca una reacción química sobre un película que se encuentra compuesta por varias capas superpuestas impregnadas de productos químicos sensibles a la luz.
En el caso de las modernas cámaras digitales, el principio es el mismo, salvo que la luz que deja pasar la lente no sensibiliza ninguna clase de película, sino un elemento electrónico denominado sensor. El fenómeno producido ya no es químico, sino electrónico.
Cuando accionamos el disparador, la lente deja ingresar la luz reflejada por el objeto, esta luz sensibiliza al sensor de captación de imagen, el cual descompone estos haces en colores rojo, verde y azul.
Posteriormente, estas señales son convertidas en cargas eléctricas analógicas por el sensor, que serán transferidas a la electrónica del dispositivo.
La electrónica incorporada en la cámara será la responsable de transformar estos datos análogos a un formato digital para su posterior almacenamiento en la memoria de la misma.
Como vemos, el procedimiento de captura de imágenes de las cámaras digitales es en teoría sencillo, pero existen otros elementos a tener en cuenta para la total compresión de la tecnología y terminología utilizada en el ámbito de la fotografía digital.