En esta Semana Santa es la estación para los móviles, y la playa es su peor destino. El agua, la arena y el sol pueden ser fatales para unos dispositivos tan delicados y caros como los teléfonos inteligentes. Repasamos los peligros que hay que evitar junto con los consejos de los servicios técnicos de Movilquick y The Phone House:
Problemas
Arena
No es el peor de los problemas. Los dispositivos están preparados para impedir el paso de los granos al interior de la electrónica, aunque puede haber obstrucciones en los orificios como el altavoz, la batería o la entrada de clavijas. El daño tiene solución con la limpieza del móvil, aunque no hay que descuidarse. Las pegatinas protectoras son suficientes para evitar los arañazos en la pantalla.
Humedad
El ambiente húmedo de las zonas de agua no es el más conveniente para aparatos electrónicos, aunque la escasa exposición durante el tiempo de vacaciones no terminará por dañar a los circuitos irremediablemente. Manipular el móvil con las manos mojadas, la caída de unas gotas de agua esporádicas o colocarlo sobre una toalla húmeda tampoco es conveniente. No dañará los mecanismos internos, pero sí afectará a largo plazo.
Agua
Sumergir el móvil por completo es fatal. Aún así, tiene opciones de sobrevivir si se repara en un plazo de 24 a 48 horas. El agua salada es aún peor porque la sal potencia la oxidación de los componentes. Aunque el móvil funcione después de una inmersión, no hay que confiarse: terminará por estropearse sin buena solución.
Insolación
El exceso de calor es dañino para los móviles, como ocurre con cualquier dispositivo electrónico. Los componentes se recalientan, sobre todo si está encendido. Las pantallas están preparadas para la exposición continuada al sol y no sufre más que el resto del aparato. El problema está en tomar el sol junto al móvil o dejarlo olvidado fuera de la sombra. La reparación es complicada porque el origen de los errores (aplicaciones que dejan de funcionar, cámara inoperante…) es difícil de encontrar, según explica Oliver Arregui, técnico de Movilquick.
Soluciones
Los técnicos en reparación de móviles aseguran que la mejor solución para evitar daños en la playa es no ir con ellos a no ser que sea imprescindible. En caso de no poder prescindir de él, existen algunas soluciones, pero, sobre todo, la regla de oro de ser muy cuidadoso.
Fundas herméticas
La mejor solución (y más cara) son las fundas herméticas de plástico con capacidad de crear el vacío en torno al móvil. Permiten manipular la pantalla táctil, son sumergibles en agua y no recalientan más al aparato. Cuestan entre 30 y 40 euros.
Bolsas de plástico
Otras bolsas especiales para móviles protegen al móvil de la humedad, el agua y la arena; pero su principal problema es no permitir manipular la pantalla con facilidad. Al sacar el móvil de la bolsa se le expone a todos los peligros.
Falsos remedios
Las fundas generales para móviles no evitan los problemas de sol, humedad, agua ni arena. El remedio casero de envolver el móvil con plástico de cocina es un error: el envoltorio se recalienta, se derrite y termina por arrugarse y dejar expuesto al dispositivo. Las bolsas de plástico convencionales incurren en los mismos peligros que las bolsas especiales, aunque multiplicado porque no están pensados para guardar móviles.