El futbol es el deporte más popular de Estados Unidos, por lo que tal vez no creas que la National Football League (NFL) tenga algún problema para hacer que los fanáticos vayan a los juegos.
Pero en una era de enormes televisores de alta definición y de la NFL RedZone -un canal que emite cada jugada de anotación de cada partido- los fanáticos se están cansando cada vez más de pagar enormes sumas de dinero para ver el partido en persona.
La asistencia se redujo durante cuatro años consecutivos desde 2008 hasta 2011. La liga se vio obligada a ajustar sus reglas de venta de boletos para evitar demasiadas transmisiones televisivas canceladas. (Si un juego no es vendido al menos en un 85%, a las estaciones locales no se les permite transmitirlo en vivo).
La NFL tiene una posible solución. Quiere transformar los juegos en vivo en espectáculos de entretenimiento multimedia que los fanáticos vean de dos maneras a la vez: en el campo y a través de sus dispositivos móviles. La liga está experimentando con ángulos de cámara exclusivos, repeticiones de video bajo demanda, acceso gratuito a RedZone y servicio de bocadillos y cerveza para ordenar desde tu asiento, todo controlado a través de aplicaciones en tu smartphone o tablet.
Los Patriotas de Nueva Inglaterra están liderando el camino, lanzando la primera red Wi-Fi con capacidad en todo el estadio y transmitiendo video en streaming en el Gillette Stadium en Foxboro, Massachusetts.
Los aficionados pueden tener acceso a las cámaras que persiguen al mariscal de campo de los Patriotas, Tom Brady, o flotar directamente sobre la zona de anotación. El próximo año, el equipo ofrecerá a los aficionados dentro del estadio la capacidad de escuchar a los jugadores que traen micrófono (serán interesantes los cortes súbitos a las expresiones profanas), acceder al audio entre el entrenador y el mariscal de campo (con un retraso de 15 segundos, por supuesto) y encontrar las filas más cortas para el sanitario.
“No estamos en peligro como algunos otros de no llenar nuestro estadio, pero estamos viendo lo que se avecina”, dijo Jonathan Kraft, presidente de los Patriotas y jefe del comité de medios digitales de la NFL, en una conferencia celebrada en el Gillette Stadium. “Si no lo haces a gran escala, la visualización en vivo en los estadios realmente estará en riesgo”.
Kraft dijo que espera que todos los estadios de futbol cuenten con sistemas similares en 2015.
La situación no es de vida o muerte: La asistencia subió este año, aunque en menos de un punto porcentual. La liga vendió el 94% de sus juegos en 2012, y la asistencia ha subido de manera espectacular en comparación con algunas décadas anteriores, señaló el vocero de la NFL, Brian McCarthy. La asistencia rondó en torno al 60% durante la década de 1980.
“Estamos en muy buena forma, pero queremos el 100%”, dijo McCarthy.
Sin embargo, todavía hubo 15 transmisiones de partidos canceladas en los mercados locales este año. Incluso los Bengalíes de Cincinnati, que fueron a los playoffs, no vendieron un cuarto de sus juegos.
Incluir Wi-Fi y prometer mucha ostentación multimedia suena prometedor. Aquí está el truco: proporcionar esa experiencia a 70,000 aficionados, todo en un área relativamente pequeña es extremadamente difícil. Si alguna vez has tratado de enviar mensajes de texto, hacer llamadas o -Dios te ayude- subir una foto a Facebook, mientras estás en un juego o en un concierto, eres consciente del problema. Las redes inalámbricas de Washington se atascaron durante la inauguración del 2009 del presidente Barack Obama, y se esperaba que el problema se repitiera para su segunda toma de posesión.
Los teléfonos inteligentes se convierten rápidamente en básicos cuando decenas de miles de personas intentan acceder a las torres celulares simultáneamente.
Transmitir video en directo a dispositivos individuales a través de un estadio de fútbol requiere de cientos de radios estratégicamente colocados a lo largo de la arena, perfectamente dirigidos y calibrados de tal manera que no interfieran con otros equipos. Un radio mal colocado podría acabar con el Wi-Fi de una sección entera, así como los radios colocados cerca de equipos de televisión.
Los Patriotas contrataron al proveedor de soluciones de red Enterasys -un rival de Cisco- para construir su red.
Enterasys esencialmente trató al estadio Gillette como a una ciudad de tamaño medio apretujada en un área pequeña y densa. Creó un proveedor de servicio de mini-Internet (como un Comcast o un Time Warner Cable) en el interior del estadio, que incluye un núcleo de red que se conecta directamente a Internet. Enterasys diseñó de manera personalizada los 300 puntos de acceso Wi-Fi y serpenteó miles de metros de cable en todo el recinto.
Se trata de un proyecto de varios millones de dólares en el que muchos grandes nombres expresaron interés, pero ningún otro competidor estaba dispuesto a garantizar los resultados, de acuerdo con Kraft de los Patriotas.
La red en el Gillette funcionó bien durante toda la temporada. Alcanzó su punto máximo con 10,000 personas utilizando la conexión Wi-Fi al mismo tiempo durante la victoria de los playoffs contra los Texanos de Houston, sin interrupciones en el servicio.
“La idea de que pudieras ofrecer streaming de contenido multimedia a través de una red Wi-Fi era imposible hace apenas dos años”, dijo Kraft. “Ahora hemos resuelto eso”.