El Ayuntamiento de un pueblo ucraniano ha obligado a las operadoras de telefonía móvil a desmantelar las torres que instalaron en la localidad. El objetivo de la medida es proteger del cáncer a los lugareños.
Argumentaban que los transmisores situados en las inmediaciones de sus casas afectaban negativamente a su salud. Los equipos fueron instalados en 2004 cerca del hospital. Lo que detonó la preocupación fue el drástico aumento de los casos de cáncer.
Tras la protesta, las autoridades locales decidieron por unanimidad anular las licencias de los operadores de telefonía móvil y clausurar las antenas.
Sin embargo, la decisión de dejar Yaremche sin comunicaciones móviles provocó una ola de indignación en las redes sociales entre algunos de los casi 8.000 habitantes de la localidad. Los propietarios de los hoteles locales resultaron ser los más contrarios a la decisión, puesto que dentro de pocas semanas empezará la temporada turística en la región. Creen que la medida no gustará a los visitantes que tenían planeado pasar las vacaciones de invierno en Yaremche, y temen que se produzca una ola de cancelaciones de reservas.