
FinFisher es un programa de cómputo espía (spyware) que vigila y monitorea las actividades de los usuarios de redes de telecomunicaciones y servicios basados en Internet. Este programa es comercializado por la firma británica Gamma Ltd, principalmente a gobiernos para la “lucha contra el terrorismo”.
Los focos rojos sobre espionaje se encendieron en México luego de una presunta intervención en la comunicación entre un defensor de derechos humanos y sus familiares hace un mes a través de la plataforma de mensajería WhatsApp, en el Distrito Federal, reportada por la organización civil Propuesta Cívica.
Esto se suma a la revelación de un programa de vigilancia digital de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por su siglas en inglés), bajo el nombre clave PRISM, que vulnera los derechos de privacidad de los ciudadanos.
En el estudio Sólo para sus ojos: la comercialización del espionaje digital, el grupo de trabajo Citizen Lab de la Universidad de Toronto en Canadá descubrió la presencia del software FinFisher en compañías mexicanas. En el caso de Iusacell, el software se encuentra instalado en servidores en Malasia, de acuerdo con la investigación.
“Estamos preocupados por los defensores de derechos humanos. Observamos una tendencia internacional hacia el espionaje electrónico contra los ciudadanos y contra el activismo político”, dijo Pilar Tavera, directora de Propuesta Cívica, organización proveedora de servicios legales de protección para periodistas y defensores de los derechos ciudadanos en México.
Además de México, el instituto canadiense encontró la presencia de FinFisher en servidores de 23 países más: Australia, Bahrein, Bangladesh, Brunei, Canadá, República Checa, Estonia, Etiopía, Alemania, India, Indonesia, Japón, Malasia, Letonia, Mongolia, Países Bajos, Qatar, Serbia, Singapur, Turkmenistan, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Vietnam.
Si bien el estudio detalla que estos hallazgos “no son un indicador suficiente para concluir que el uso de FinFisher por algún gobierno o agencia de inteligencia”, sí representa una preocupación para los activistas y la ciudadanía en general, dijo Daniel Gershenson Shapiro, representante del colectivo de activistas digitales ContingenteMX.