John McAfee es el hombre que comenzó la multimillonaria industria de los antivirus y tambien el hombre que se dio a la fuga después de que se encontrara a su vecino muerto, boca arriba, con una bala en la cabeza.
Dentro de los círculos tecnológicos desde hace mucho tiempo es una leyenda. Pero para la mayoría, McAfee se dio a conocer el año pasado cuando huyó de su casa de Centroamérica, disfrazado, con manchas en los dientes y el pelo teñido, disfrazado para evitar ser interrogado por las autoridades a las que que acusó de corruptas.
De joven llegó a Virginia, donde tuvo una infancia problemática: su padre era un alcohólico que se suicidó cuando McAfee tenía 15 años. Él mismo no tardó en comenzar a beber en exceso y consumir drogas, pero que se las arregló para mantener una prometedora carrera académica.
Eso llegó a su fin a finales de 1960, cuando la Universidad Estatal de Luisiana puso fin a su doctorado en matemáticas después de que se revelara que se había acostado con una estudiante universitaria de la que era mentor.
Más tarde se casaron y McAfee utilizó sus habilidades en una serie de trabajos de programación con algunas de las mayores organizaciones de tecnología de la época, como la NASA, General Electric, Siemens, Univac y Xerox, a la vez que continuaba inmerso sus adicciones.
“En 1984 fue la última vez que tomé drogas, bebí alcohol o vendí drogas”, dice.
“Sin embargo, todavía están conmigo. Mi cuerpo está cubierto de tatuajes de la época. Y me temo que algunas de mis ideas, conceptos y actitudes que fueron moldeados durante ese tiempo todavía están conmigo”.
A pesar de sus problemas, McAfee logró conseguir un trabajo con el contratista de defensa Lockheed Martin, donde trabajó en un programa de reconocimiento de voz secreto.
Su primer contacto con el virus Pakistani Brain lo dejó fascinado. Diseñó una forma de desinfectar las computadoras y luego extender la cura a través de un sistema de tablón de anuncios, un precursor de la red.
El reto lo inspiró a crear un negocio propio: McAfee Associates, una empresa que más tarde se vendió a Intel por más de US$7.600 millones.
A pesar de ello, dice que nunca ha utilizado los productos elaborados por la empresa que sigue teniendo su nombre.
“Estoy constantemente bajo ataque, sin embargo, no uso protección de software”.
“Me protejo cambiando constantemente la dirección de mi IP (protocolo de Internet), no colocando mi nombre en cualquier dispositivo que uso y no metiéndome en sitios donde se puede pillar un virus”.
“Los sitios de porno, por ejemplo, simplemente no entro ahí”.
“En segundo lugar, practico la informática segura. Si alguien me envía un email con un enlace, no lo abro hasta que pueda llamar a la persona para comprobar que me envió el correo electrónico”.
“Suena absurdo vivir de esa manera, pero prefiero confiar en mis propios recursos y pensamientos que en el software de otra persona”.
Después de vender su participación en el negocio en 1994, McAfee pasó a fundar y vender otras empresas, incluyendo un sistema de mensajería instantánea, un proveedor de firewall y un rancho en el que ofreció vuelos en “trikes”, cabinas con motor de vuelo suspendidas de parapentes.
El jueves 8 de noviembre de 2012, McAfee hizo titulares locales cuando donó 40 pistolas paralizantes, esposas y porras a la policía local en una conferencia de prensa.
Mientras tanto, Gregory Faull un vecino de McAfee, dueño de un bar de deportes Orlando que se había divorciado y decidió vivir en su casa de vacaciones de Belice, estaba cada vez más furioso con las actividades de su vecino.
Faull fue encontrado por su ama de llaves muerto en un charco de su sangre. Los policías llamados a la escena encontraron una sola bala de 9 mm. Dijeron que falataban un teléfono móvil y un ordenador portátil, pero no había señales visibles de una entrada forzada.
McAfee reconoce que él y Faull habían estado en desacuerdo, pero resta importancia a la idea de que se odiaban entre sí o que sospechaba que era la persona que había alimentado a dos de los perros de Emshwiller con una tortilla envenenada.
McAfee ha ofrecido una recompensa de US$25.000 por información relacionada con la muerte de Faull, pero dice que no han fracasado sus intentos de ponerse en contacto con la familia de la víctima.
La familia ha calificado la recompensa de “gesto vacío” y sugirió que si McAfee realmente quería ayudar que hubiera cumplido con la policía de Belice.
En este punto, como gran parte de la vida de John McAfee, es imposible estar seguro de todos los hechos. Y en última instancia, depende de usted si quiere tomarle o no la palabra.
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