Sequías, terremotos, inundaciones, huracanes y sus secuelas, así como tornados y maremotos son los desastres que afectan con más frecuencia a los países en todo el mundo.
Los daños que provocan son muchos y su magnitud depende de su intensidad, extensión, así como del grado de preparación alcanzado en las etapas previstas para proteger los recursos y las vidas humanas por parte de los diferentes actores. En la mayoría de los casos los fenómenos naturales producen numerosas pérdidas y afectaciones que son necesarios evaluar, seguir y manejar adecuadamente con el fin de lograr una rápida recuperación.
Resulta de vital importancia considerar también los costos económicos de los desastres naturales, debido a que el resultado del análisis incidirá de manera directa en las acciones posteriores que deberán tomar los líderes políticos de cada país afectado para resarcir los daños. De acuerdo con estimaciones preliminares de la reaseguradora Swiss Re, el total de pérdidas aseguradas para la industria mundial del sector llegó a 108,000 millones de dólares, 50% más que durante el 2010.
Para mitigar estos costos, así como las pérdidas humanas, es necesario contar con información inteligente que le permita a los organismos encargados de atender los desastres, tomar la mejor decisión a la hora de actuar.
Aunque muchos desastres naturales dañan las infraestructuras terrestres de telecomunicaciones y dejan a las zonas afectadas incomunicadas en los primeros momentos, las tecnologías inalámbricas permiten garantizar las comunicaciones entre los servicios de emergencia que desarrollen labores de rescate. Asimismo, los sistemas de información geográfica proporcionarán mapas de alta resolución de satélites para la coordinación de los organismos humanitarios que intervienen en apoyo de emergencia.
Para optimizar las comunicaciones luego de sucesos naturales, los líderes proveedores de tecnología de comunicación recomiendan contar con una plataforma de extremo a extremo para misión crítica orientada a optimizar las operaciones de los organismos de seguridad pública, esto con el objetivo de administrar de una mejor manera la información e intercambiarla entre los elementos clave, ya sea por voz, imágenes, datos y video, así como radiocomunicación y redes inalámbricas.
Contar con tecnología de punta, segura y eficiente permite coordinar de la mejor manera cada acción de rescate y logística de ayuda humanitaria contactando a diversos cuerpos de seguridad tanto gubernamentales y no gubernamentales que puedan enfrentar de la mejor manera los retos de seguridad más apremiantes que se presentan después una catástrofe natural. Entendiendo las necesidades específicas de los organismos encargados, la tecnología de comunicación de misión crítica les dará la ventaja de responder y actuar en tiempo real, con el fin incrementar el impacto positivo de la toma de decisiones y acciones que, en el caso particular de las emergencias, son vitales por su inmediatez.
La precisión de las tecnologías integradas será la única forma en que los datos provenientes de redes de sensores, estaciones de medición y alarmas cumplan con la promesa de ayudar a los organismos de seguridad y rescate a ver, escuchar y hacer más con menos. Capturar la información es sólo el comienzo, pues el verdadero beneficio tiene lugar cuando los elementos humanos pueden aprovechar estos datos para realizar predicciones, tomar decisiones inmediatas y mejor direccionadas, con el fin de establecer una seguridad inteligente y lograr aminorar los terribles daños económicos y humanos de los desastres naturales.