Microsoft ha dado varios pasos para universalizar su suite de ofimática, Office, en los últimos meses. Uno de ellos fue la sincronización entre dispositivos gracias a la nube, algo que podría ayudar a que llegase una versión de Office para Linux, lo que podría ocurrir el año que viene.
Todavía no hay nada confirmado y, de hecho, la opción de sincronización por ahora sólo está disponible para los usuarios de Windows Phone, pero la compañía ya desarrolla aplicaciones para iOS y para Android. Y el sistema operativo de Google está basado en Linux, así que, en cierto modo, en Redmond ya han adelantado algo de trabajo.
A esto hay que unir la información filtrada por una fuente de Microsoft a Michael Larabel, de Phoronix. Según esta fuente (probablemente un desarrollador de código abierto de Microsoft), la compañía está valorando de forma significativa la opción de lanzar Office para Linux en 2014. El motivo de este repentino interés por la plataforma sería que ha mostrado “viabilidad comercial“, a lo que se suma la ventaja que supone estar trabajando en una versión de la suite para Android.
Obviamente, esto no supondría que todo el trabajo ya estaría hecho, pero al menos sí reduciría el costeque tendría afrontar la llegada de Office para Linux. Y, en cualquier caso, sería una buena señal que Microsoft al menos se plantease la posibilidad de expandir sus fronteras, pues hasta la fecha no ha lanzado ningún programa en Linux. Únicamente Skype está disponible en esta plataforma, pero en este caso se trata de una firma que fue adquirida por la empresa cuando ya tenía presencia en Linux.
Eso sí, cabe preguntarse si el movimiento tendría sentido desde un punto de vista comercial, ya que hay muchas alternativas a un posible Office para Linux, como OpenOffice o LibreOffice, que no están sujetos a las restricciones de Microsoft y, además, son gratuitos.
En este sentido, pueden suponer una ventaja el nuevo modelo de pago por suscripción (79 euros al año si se adquiere la suite junto a un ordenador nuevo) y la opción de instalar Office en hasta cinco dispositivos. Al tratarse de una opción que es independiente de la plataforma (es decir, se podría instalar en un equipo Windows, otro Linux, un iPad y un teléfono Android, por ejemplo), aportaría unvalor añadido. La duda es si esto sería suficiente para convencer a los usuarios.