
Las noticias tristes, cuando van acompañadas de un final alegre, siempre son mejores. Un niño de 13 años fue secuestrado en la ciudad de Karachi, Pakistan, pero en circunstancias más propias de cualquier ciudad occidentalizada. Concretamente, ha sido a través de Facebook, ya que los secuestradores se hicieron pasar por un jugador de un juego de la red social.Los secuestradores se hacían pasar por una persona que jugaba al juego de Facebook, uno de tantos que hay. El niño, que también jugaba, quedo en concertar una reunión, en la cual fue secuestrado por estos. Los secuestradores pidieron más tarde un rescate de 500,000 dólares por el niño. Sin duda, hace plantearse de nuevo con qué tipo de gente tratamos por Internet, cuando no podemos verla ni conocerla personalmente. Siempre hay que tener muchísimo cuidado con eso.
Lo más positivo de toda esta historia es que el niño de 13 años que fue secuestrado, ha sido hoy rescatado. Y no ha sido demasiado complicado localizar a los secuestradores. Simplemente fue necesario utilizar el tracking de su smartphone. Todos sabemos que los terminales están continuamente enviando datos sobre el posicionamiento. Google y Apple reciben esa información, e incluso la operadora. Es algo que no podemos evitar en muchísimos casos. Normalmente criticamos esto, pero en esta ocasión ha sido útil para que la policía fuese capaz de localizar a los criminales, y rescatar al niño secuestrado. Nos hace plantearnos si de verdad deberíamos criticar el que Google y Apple reciban datos sobre la posición geográfica. Este tipo de empresas parecen confiables, o, al menos, lo son más que unos secuestradores, y el que ellos tuvieran esa información permite que más tarde las autoridades competentes también tengan el acceso.
La madre del niño ha querido recomendar a todas las madres que no permitan que sus hijos hagan amigos por Internet. Pero esa recomendación debería expandirse a todo el mundo. En la era móvil, es muy fácil el contactar con personas a las que no conocemos, y es muy sencillo confiarse. Siempre debemos ser precavidos, ya que los criminales nunca anuncian que lo son, y utilizan las redes sociales como una vía de acción.