En muchas ocasiones los usuarios de los smartphones u otros teléfonos celulares se encuentran tan seducidos o subyugados por el mundo de capacidades de estos móviles, que olvidan la importancia de velar por su seguridad, la de los demás y la del propio equipo.
Si no se da un uso correcto a estos dispositivos inalámbricos, se corre el riesgo de hacer cotidianos los malos hábitos al emplear el teléfono celular, con el riesgo de sufrir u ocasionar accidentes, padecer enfermedades, dañar tu apreciado smartphone y hasta alterar la privacidad de los demás. A continuación, de presentamos seis de esas inadecuadas utilizaciones.
Conducir y textear sin manos libres
No existe un instrumento legal que signifique, a nivel nacional en todo Estados Unidos, una prohibición de comunicarse de cualquier forma con un teléfono celular mientras se conduce un vehículo, bien al hacer o recibir llamadas, enviar o responder mensajes de texto o simplemente navegar por Internet para compartir a través de la redes sociales. Sin embargo, cada vez más los estados han aprobado leyes que restringen la utilización de estos dispositivos móviles, al manejar sin la utilización del accesorio denominado manos libres. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por las siglas en inglés de laFederal Communications Commission), advierte que los conductores distraídos no sólo ponen en peligro su vida, sino también la de otras personas, razón por la cual hace un llamado para el establecimiento de una concientización entorno a la utilización de los teléfonos celulares o smartphones en la vía. En síntesis, el primer mal hábito es el de no usar el manos libres o Bluetooth para una llamada mientras se conduce.
Largas conversaciones sin audífono o manos libres
El Instituto Nacional de Cáncer en Estados Unidos sostiene que “los teléfonos celulares emiten energía de radiofrecuencia, una forma de radiación electromagnética no ionizante, que puede ser absorbida por los tejidos más cerca de donde se sostiene el teléfono”. Señala además, que la cantidad de exposición que sufre la persona depende de “la tecnología del teléfono, la distancia entre la antena del equipo y el usuario, la extensión y el tipo de uso, y la distancia de la persona desde las torres de telefonía celular”. Y aunque por los momentos no se ha demostrado de manera fehaciente “una relación consistente entre el uso de teléfonos celulares y el cáncer de cerebro, los nervios, y otros tejidos de la cabeza o el cuello”, no se recomiendan largas conversaciones en lo concerniente al tiempo de duración, sin la utilización de un audífono o del ya mencionado manos libres. Entonces, lo apuntamos como el segundo mal hábito en este checklist.
Utilización en ocasiones inapropiadas
Por su propia condición de equipo para la comunicación inalámbrica, todos o casi todos hemos caído en la tentación de tomar nuestro smartphone para textear mensajes o sostener conversaciones en ocasiones poco adecuadas para hacerlo. Imaginen que estamos tan concentrados en el móvil mientras realizamos alguna actividad que requiere el ciento por ciento de nuestra atención, por ejemplo, atender un bebé. Y qué tal aquellos que caminan por una acera o calzada en plena calle y colocan su mirada hacia el mensaje de texto entrante. Puede tropezar y caer, como también llevarse por delante a otro peatón ocasionándole daños físicos. Ni hablemos lo que puede suceder cuando se emplea el celular al cruzar una esquina, en medio del tránsito, o en el baño de la casa. Malos hábitos que pueden originar la próxima llamada al 911.
El celular es un objeto sucio
Los teléfonos celulares no sólo transmiten datos, también bacterias y por ende enfermedades. Esto quedó en evidencia al conocerse un estudio de la London School of Hygiene & Tropical Medicine del Reino Unido, el cual arrojó como resultado que la mayoría de 390 personas analizadas no se lavaban las manos después de ir al baño, por tal motivo el 82% de las manos y el 92% de los dispositivos móviles estaban contaminados con bacterias. Esta conclusión resultó aún más alarmante, cuando los investigadores de dicha escuela londinense de higiene y medicina tropical encontró que el 16% de los teléfonos y las manos de sus propietarios albergaban E. coli (Escherichia coli), bacterias que se encuentran en los intestinos de los seres humanos y, obviamente, en heces fecales. Esto indica que el mal hábito de no lavarse bien las manos impacta directamente a los teléfonos celulares, convirtiéndolos en un objeto insalubre. Si por el contrario, guardas celosamente el cuido de tu higiene personal, jamás utilices un smartphone o dispositivo móvil de otra persona. Esta recomendación es extensible a niños y adolescentes en etapa escolar.
Hablar en medio de la lluvia
Hay dos importantes razones para evitar utilizar cualquier teléfono celular en medio de la lluvia y más aún si esta viene acompañada de rayos. Primero, el agua puede inhabilitar algunos subconjuntos de visualización del móvil, con la posible pérdida del equipo. Actualmente, las empresas fabricantes de smartphones desarrollan tecnologías a base de siliconas especiales para que estos dispositivos sean resistentes al agua. Incluso, Sony con sus modelos Xperia go y Xperia acro S da garantía sobre el particular. Por otra parte, no se deberían usar celulares durante tormentas con descargas eléctricas, a pesar que aún se mantiene el debate si el riesgo es verdadero. No obstante, Swinda Esprit, doctora del Northwick Park Hospital de Inglaterra, aseguró en una oportunidad a la revista British Medical Journal que el peligro es real. Si una persona es golpeada con un rayo y tiene un objeto metálico en contacto con la piel, como un teléfono celular, “la descarga se favorece y se incrementan los efectos más dañinos”, expuso.
Una cuestión de educación
Muchos usuarios chequean redes sociales, correos electrónicos o mensajes SMS, por sólo nombrar algunas capacidades de los celulares de última generación, mientras habla con otra persona, lo cual desvía el punto de atención y es una falta de respeto. De igual manera, si no se tiene medida, tal vez sin querer se invade la privacidad y tranquilidad de la gente, con el repicar de los ringtones y conversaciones en voz alta en lugares públicos. Es importante también tener apagado o en modo de vibración el smartphone en el salón de clase, salas de conferencia, conciertos u otros actos culturales, empresariales o gubernamentales, para no interrumpir ninguna de estas manifestaciones de índole social. Lo contrario sería un mal hábito que debe evitarse al utilizar el teléfono celular, como todos los mencionados en este artículo.