Las agencias de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña han tenido un poderoso aliado en aplicaciones para teléfonos multifuncionales en todo el mundo, tales como Angry Birds, de acuerdo con documentos que filtró el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional, Edward Snowden.
Los documentos, publicados el lunes por los periódicos The New York Times y The Guardian, así como el medio electrónico ProPublica, dejan entrever que las aplicaciones para mapas, juegos y redes sociales que son de uso común en los cerca de 1,000 millones de smartphones del mundo pueden suministrar a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) y la agencia de espionaje británica GCHQ grandes caudales de información personal, como ubicación, afiliación política u orientación sexual.
Se sabe poco sobre el alcance del programa, pero los reportes indican que las agencias de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña tienen un fácil acceso rutinario a los datos generados por aplicaciones como el videojuego Angry Birds o el popular servicio de mapas de Google.
La NSA no comentó directamente sobre los reportes de prensa, pero dijo en un comunicado que solo le interesaban las comunicaciones de “objetivos válidos de inteligencia en el exterior”.
“Cualquier implicación de que la recolección de inteligencia en el extranjero por parte de la NSA está enfocada en el smartphone o en las comunicaciones en redes sociales de los estadounidenses cotidianos no es cierta”, dice el comunicado. “Solo recolectamos las comunicaciones que nos autoriza la ley para propósitos válidos de inteligencia en el extranjero y de contrainteligencia, sin importar los médicos técnicos usados por los objetivos”.
La GCHQ dijo que no comentaría sobre temas de espionaje, pero insistió en que toda su actividad era “autorizada, necesaria y proporcionada”.
El interés de las agencias de espionaje en la telefonía móvil ha estado documentado en varias filtraciones previas de Snowden, pero el enfoque en las aplicaciones muestra cómo los aparentemente inocuos programas de uso corriente pueden convertirse en instrumentos de espionaje.
Angry Birds, un videojuego de aves contra cerdos que ha sido descargado más de 1.700 millones de veces en el mundo, fue uno de los ejemplos más notorios. El Times y ProPublica dijeron que un reporte de inteligencia británica de 2012 explicaba cómo extraer la información de usuarios de Angry Birds de teléfonos con el sistema operativo Android.
Otro documento, una presentación de 14 páginas de la NSA publicada en internet, enlistaba otras aplicaciones para teléfonos móviles, incluidas aquellas hechas por redes sociales como Facebook, Flickr y Flixster.
No se sabía con precisión qué información podía extraerse de cuáles aplicaciones, pero una de las diapositivas de la presentación ponía el ejemplo de un usuario que subía una fotografía usando una aplicación de redes sociales. Bajo las palabras “¡Pepita de oro!” decía que los datos generados por la aplicación podían examinarse para determinar la configuración de un teléfono, la ubicación desde donde se conectó, qué páginas de internet había visitado, qué documentos había descargado y quiénes eran los amigos del usuario. Uno de los documentos decía que las aplicaciones podían revisarse incluso para obtener información sobre las preferencias políticas y sexuales del usuario.
Google Inc. y Rovio Entertainment Ltd., creadora de Angry Birds, no respondieron de inmediato mensajes en que se les pedía comentar sobre los reportes.