(EFE) — Docenas de empresas tecnológicas ofrecieron su respaldo a Microsoft ante la batalla legal de la compañía con el gobierno de Estados Unidos sobre el acceso a correos electrónicos almacenados en un servidor en Dublín, Irlanda.
Compañías como Amazon, Apple, Cisco, Hewlett-Packard, Verizon y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, un grupo que representa a empresas y asociaciones empresariales, apoyaron la causa de Microsoft a través de escritos “amicus curiae”, como se conoce a las presentaciones realizadas por terceros ajenos a un litigio.
A esas empresas se sumaron también varias organizaciones empresariales y más de una treintena de profesores universitarios.
Los partidarios de Microsoft sostienen que la entrega de la información que requiere el gobierno estadounidense establecería un desafortunado precedente internacional.
“La ley no permite que el gobierno utilice una orden de registro para obtener datos de clientes almacenados en el extranjero”, dijo el vicepresidente de Verizon, Randal Milch en un comunicado en el blog de la compañía.
Milch añadió que eso daría argumentos a los gobiernos extranjeros para obtener información almacenada en Estados Unidos, lo que a su vez pondría en peligro la privacidad de los ciudadanos estadounidenses.
El gobierno estadounidense solicitó a Microsoft el acceso a correos electrónicos almacenados en un servidor en Irlanda en el marco de una investigación sobre narcotráfico.
La empresa tecnológica se ha opuesto a la solicitud al indicar que implica la incautación de documentos internacionales.
“Todo el mundo quiere que sus derechos estén protegidos por la ley de su propio país”, dijo hoy el principal abogado de Microsoft, Brad Smith, durante un evento en Nueva York.
“Intenten decirle a los estadounidenses (…) que la ley estadounidense dejará de proteger sus derechos y que en su lugar lo harán las leyes chinas o brasileñas”, añadió Smith.
La batalla legal de Microsoft con el gobierno lleva ya varios meses.
La empresa recurrió la semana pasada ante una corte de apelaciones, ante la que argumentó que Estados Unidos no permitiría que otros gobiernos obtuvieran documentos almacenados en servidores del país.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos sostiene que si se impone la interpretación de Microsoft, los proveedores de correo electrónico podrían trasladar el contenido de un lado a otro alrededor del mundo para evitar a los agentes de la ley.