Los gigantes de la tecnología compiten por convertir a los automóviles en sitios móviles con internet inalámbrico y con sistema operativo que controle el vehículo, como quedó en evidencia durante la Feria de la Electrónica de Consumo (CES) en Las Vegas.
“La gente quiere aplicaciones en su coche, quiere conectar sus smartphones, quiere conectarse a internet”, consideró señaló Grant Courville, director de Gestión de Producto de QNX, una filial del grupo canadiense BlackBerry, cuyos sistemas se utilizan en decenas de millones de vehículos.
Por lo que el reto para las grandes compañías, Google, Apple, Microsoft, entre otros, es competir para generar un “sistema operativo” que controle el vehículo y le permita ejecutar aplicaciones y sistemas de navegación.
QNX anunció en el CES una alianza con el fabricante de chips Qualcomm.
Mientras que Google reveló una alianza para llevar su sistema operativo móvil Android a los automóviles, reuniendo a los fabricantes General Motors (EU), Audi (Volkswagen Group, Alemania), Honda (Japón) y Hyundai (Corea del Sur).
Microsoft colabora por su parte desde hace tiempo con la estadounidense Ford, y muchos esperan que Apple amplíe su sistema para conectar el iPhone al coche.
Los fabricantes de automóviles no tienen claro aún si deben asociarse con otras compañías, disminuyendo los riesgos o desarrollar sus propios sistemas, consideró el analista de la firma de investigación IDC, Tim Lang.
El auto “se está convirtiendo en un accesorio móvil”, consideró. Según él, una pregunta importante es si los coches deben tener su propia conexión a internet o utilizar para ello el smartphone del conductor.
Aunque no es sencillo, el internet en el automóvil tendría sus ventajas. “Si el auto es robado, por ejemplo, puede bloquearse”, consideró.
Chevrolet, una de las marcas de GM, anunció esta semana la instalación en serie en varios modelos producidos a partir de mediados de 2013 de una conexión de teléfono móvil de cuarta generación (4G LTE), que permite convertir a los vehículos en sitios WiFi.
Según Hideki Okano, de la japonesa Mazda, los fabricantes de automóviles se ven obligados a pensar en estos nuevos sistemas cuando diseñan sus vehículos para satisfacer la demanda de los consumidores.
“En el mercado estadounidense, la información-entretenimiento y la conectividad se está convirtiendo en un factor de decisión importante en la compra de un coche”, dijo a la AFP. “El peso de ese aspecto también se incrementó en otros mercados”.
Mazda anunció esta semana en el CES una alianza con la empresa estadounidense de software OpenCar, para poner en marcha un nuevo sistema en el que una pantalla integrada al automóvil sirve de navegador de internet y permite una amplia gama de aplicaciones.
El sistema se supone que debe responder a los actuales problemas de compatibilidad, en los que ciertos equipos de automóviles se puede utilizar las aplicaciones de Android, o las de Apple, pero no ambas.
La CES terminó este viernes, en el evento se presentaron smartphones curvos, cerraduras electrónica, ropa deportiva inteligente, entre otros.