El ébola, un peligroso y mortal virus cuyo nombre se debe al río Ébola, geográficamente ubicado en Zaire, África, ha estado propagándose rápidamente por todo el mundo, y la Organización Mundial de la Salud proyecta que continuará de forma acelerada, pudiendo llegar a más de 10 mil casos semanales en diciembre de este año. Ante esa preocupante realidad, se hace urgente que nuestro país, República Dominicana, elabore y presente a la sociedad un plan para evitar su entrada a nuestro territorio, y para poder dar una respuesta efectiva ante un eventual caso de este terrible virus.
Queremos proponer que el plan nacional de respuesta al ébola en nuestro país incluya el uso de la tecnología, pues dentro de los controles migratorios que podemos utilizar, está la instalación de cámaras térmicas en los aeropuertos como medida de prevención, pues estas cámaras tienen una tecnología termográfica infrarroja, que medirá la temperatura de cada pasajero que provenga de áreas de riesgo, debido a que esta tecnología permite que se mida la temperatura sin contacto directo, y a la vez sin entorpecer el flujo de entrada de pasajeros. Las cámaras detectarán todo pasajero cuya temperatura esté por arriba de los 37.5 a 38 grados, el cual será declarado como sospechoso, pues las altas temperaturas o fiebres elevadas son una de las características de esta mortal enfermedad. Las cámaras deberán de ubicarse junto a cubículos con personal idóneo para la atención.
Adicional a esa importante medida, proponemos que se desarrolle una aplicación o programa para teléfonos celulares, donde los ciudadanos puedan reportar incidentes luego de un eventual caso de ébola, lo cual puede integrarse a una gran red nacional de alerta, usando la red celular, minimensajes y el 911 como sistema nacional de emergencia. Ya en Nigeria se utilizó una aplicación similar llamada eHealth, la “app” que ha frenado al ébola en Nigeria, pues ayudó a agilizar la comunicación entre los sanitarios, y los más de 800 pacientes sometidos a vigilancia. Reducir los tiempos de respuesta es clave para frenar la expansión del ébola, cuando se parte de un caso cero.
Por último, es bueno que tengamos en el país por lo menos un robot Little Moe, que en más de 250 hospitales de Estados Unidos se usa para desinfectar con rayos ultravioleta la habitación en la que ha estado un paciente con ébola, ya que el virus está presente en los fluidos corporales, y puede vivir durante un tiempo fuera del cuerpo del paciente.