Una de las tendencias de este año en lo que se refiere a la tecnología es el auge de los dispositivos ponibles, siendo uno de los máximos exponentes de estos ‘gadgets’ los relojes inteligentes. Para aquellos usuarios que quieran tener un ‘smartwatch’, pero no quieran cambiar de reloj, la empresa australiana Kiwiwearables ha desarrollado un dispositivo que transforma un reloj de pulsera normal y corriente en un reloj inteligente.
Glance es una pequeño dispositivo 35 x 10 milímetros con una hendidura que se acopla a la pulsera de cualquier reloj. Cuenta con una mini pantalla que muestra las notificaciones del ‘smartphone’, con el que se sincroniza a través de Bluetooth 4.0, y vibra en caso de recibir una llamada.
Este ‘gadget’ no es sólo una pantalla de notificaciones porque además permite encontrar el teléfono con el que está sincronizado haciendo que suene y responder a los SMS con mensajes de texto predefinidos con sólo un movimiento de muñeca.
Glance incorpora funciones de ‘air mouse’, es decir, se puede utilizar como ratón para un PC y como mando a distancia para SmartTV sin desacoplar el dispositivo de la muñeca.
El ‘gadget’ también incorpora alguna de las funciones que más se están viendo este año como es el registro de la activad física a través de su ‘app’ para ‘smartphones’, diferenciando cuando el usuario está andando, sentado o haciendo ejercicio.
El dispositivo cuenta con una batería de polímero de litio, lo que le otorga una autonomía de hasta una semana. Además, Glance ya es resistente al agua, pero los desarrolladores del producto están trabajando en mejorar su capacidad acuática y quieren hacerlo resistente hasta las cinco atmósferas (ATM), es decir, que se mojar sin problemas en la ducha, pero no es recomendable nadar ni bucear con él.
Glance -que es compatible con para dispositivos con iOS 7 o superior, Android a partir de la versión 4.3 y Windows 7 o superior- busca financiación en Kickstarter, donde ya ha recaudado 42.254 dólares canadienses de un total de 150.000 dólares que fijaron como meta para poder hacer frente a la fabricación y envío de los primeros dispositivos, que deberían comenzar durante el mes de noviembre.