Los mercados emergentes han cogido el relevo de China como motor del crecimiento del mercado smartphone y se consolidan como futuro El Dorado para este dispositivo. Como consecuencia, los precios de los móviles inteligentes mantendrán su caída de precios en los próximos años, o se agudizará, augura la consultora IDC.
Los mercados emergentes se han convertido en protagonistas del futuro crecimiento del mercado de teléfonos inteligentes, de acuerdo con el informe sobre 2013 que elabora IDC y que muestra que el mercado global de smartphones superó los 1.000 millones de unidades vendidas en ese ejercicio, frente a los 752 millones facturados en 2012.
El mercado chino es en gran parte responsable de este importante aumento registrado en los últimos tres años, hasta el punto que uno de cada tres smartphones que se venden en el mundo tiene como destino el país asiático, es decir, 351 millones de unidades.
Sin embargo, el ritmo de crecimiento en China parece descender, toda vez que han alcanzado el 80 por ciento de las ventas totales de teléfonos del país. Y, como primera consecuencia, comienzan a destacarse los llamados mercados emergentes, en especial India y África.
“El auge de China está decayendo y cada vez se asemeja más a otros mercados maduros, como Norteamérica y Europa Occidental, donde el crecimiento de ventas de teléfonos inteligentes se está aminorando”, destacan en la firma de análisis. No obstante, los mercados emergentes han comenzado a demandar este tipo de móvil y este año podría ser responsable de buena parte de su crecimiento.
India será clave en este futuro próximo y ya representa más de una cuarta parte del mercado mundial de teléfonos inteligentes. Sin embargo, su demanda está muy centrada en los móviles Android de menor precio. Casi la mitad de los smartphones vendidos en ese país en 2013 costaba menos de 120 dólares, según datos de la delegación de IDC en Asia/Pacífico.
Y esta tendencia también se acusa en otros mercados y, como resultado, casi la mitad de los teléfonos vendidos en todo el mundo actualmente tienen precios inferiores a los 100 dólares. De hecho, el porcentaje de dispositivos vendidos en Europa Occidental por debajo de ese precio ya asciende al 39,8 por ciento.
Obviamente, cuanto más se rebaja el precio mayores expectativas de crecimiento tiene el producto, con lo que muchos proveedores y fabricantes han comenzado a recortar sus precios y costes de producción. Como Samsung, que ha comenzado a trasladar parte de su fabricación a Vietnam, o Hon Hai, uno de los mayores fabricantes de teléfonos móviles en China, que anunció planes para abrir una planta en Indonesia que le permita reducir sus costes de producción.