Agencia AFP
El uso excesivo de las redes sociales no sólo puede ser adictivo, sino que también se puede relacionar con otros trastornos del control de impulsos, incluyendo el abuso de sustancia como el alcohol.
A esta conclusión ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Albany, en Estados Unidos, quienes se dieron la tarea de evaluar la naturaleza adictiva de las redes sociales, particularmente Facebook. Los resultados mostraron que un 10% de los usuarios experimentan un ‘uso desordenado de las redes sociales’, tal como lo señala la psicóloga Julia Hormes, encargada de la investigación. Además, determinó que quienes sufran una adicción a las redes sociales tienen mayor probabilidad de abusar de otro tipo de sustancias, como el alcohol.
En octubre, Facebook reportó más de 1.35 mil millones de usuarios activos, 800 millones de ellos utilizándolo diariamente. El 71 % de los usuarios activos acceden a su perfil desde un teléfono móvil, lo que hace que se vuelva mucho más accesible.
El estudio fue aplicado en 292 sujetos mayores de 18 años. Cerca del 90% de los encuestados indicó que en promedio pasa un tercio de su tiempo online en la red social. Otro 67% señaló que recibe notificaciones de Facebook en su celular.
Esto dio como como conclusión que la red social emplea mecanismos para asegurarse de que podrán crear una adicción entre sus usuarios. “Nuevas notificaciones o las últimas actualizaciones del contenido en tu línea de noticias funcionan como una recompensa. El no poder predecir cuándo nuevo contenido será publicado promueve a que lo revisemos frecuentemente”, dijo Hormes.
Los resultados, publicados en la revista especializada Addiction, sugieren que el uso excesivo de las redes sociales puede ser parte de un conjunto de factores de riesgo que aumentan la susceptibilidad al abuso de sustancias, además de generar problemas para regular emociones y no tener control de impulsos.
Hormes y su equipo esperan que su estudio ayudará a categorizar oficialmente el “uso desordenado de redes sociales” como una adicción conductual.