Una antigua agente del equipo de informática y operaciones especiales del FBI en Nueva York, Mary Galligan, ha dado a través de una entrevista a CNN Money las claves para que el usuario sea capaz de mantener su privacidad online que le permita evitar el robo de información personal y financiera.
1. Cambie las contraseñas una vez al mes. “Las contraseñas son las llaves en su vida. Si un criminal tiene acceso a su correo electrónico o de cualquiera de sus cuentas en línea, es sorprendentemente fácil para ellos meterse en otros aspectos de su vida. Asuma que sus contraseñas querarán comprometidas periódicamente”, el ejemplo más claro es el descubrimiento del fallo Heartbleed y a todos los servidores que ha afectado.
2. De una información de contacto incorrecta al momento de pagar. “Cada vez que un empleado de una tienda online le pida su código postal o número de teléfono, estos datos se agregan a una base de datos. Los minoristas no sólo tienen bases de datos que muestran donde vive usted, sino que además, pueden descubrir mucho más sobre usted, como su salario, historial de crédito y fecha de nacimiento”. Así Galligan quiere que los usuarios puedan estar protegidos ante ataques a minoristas como el sufrido por Target a principio de año.
3. No use aplicaciones bancarias. Galligan advierte que hay que ser “especialmente cuidadoso con el acceso a la cuenta bancaria” y es que aunque la mayoría de tarjetas cuentan con protección contra el fraude hay otro tipo de activos financieros que no son tan seguros. Ante esto, la ex del FBI advierte de “lo fácil que es para un equipo infectarse con malware que te espía, por lo que no tenga el su información y el banco en el mismo equipo. Eso incluye su teléfono”.
4. Un correo electrónico sólo para el correo basura. Para cuando las empresas exigen una dirección de correo electrónico, Galligan recomienda dar una cuenta que el usuario haya creado especialmente para que sea “bombardeada” con spam y anuncios molestos, al tiempo que su verdero email queda vacío de publicidad y posible malware publicitario.