El gigante estadounidense Google logró una alianza con la agencia espacial francesa (CNES) para su proyecto “Loon”, que pretende acercar internet a toda la población gracias a un sistema de globos aerostáticos.
En una época en la que pareciera que todos estamos conectados, sólo el 40% de la población mundial tiene acceso a internet. Sin ser malas cifras, suponen que quedan zonas blancas, áreas remotas en su mayoría rurales a las que sigue siendo complejo, caro y poco práctico conectar a la gente.
Para solucionar este problema, Google ha decidido apostar a una tecnología con 230 años de historia: el globo aerostático. En junio de 2013, la compañía había anunciado su nuevo proyecto, bautizado como “Loon” (abreviación de balloon en inglés, que también significa loco), que permitiría llevar la conexión a internet al mundo entero usando globos similares a los que usan los meteorólogos.
Google dispone actualmente de una treintena de globos que está poniendo a prueba en Nueva Zelanda, California y Brasil. La idea es que floten en la estratosfera, a una altura de entre 18 y 28 kilómetros, muy por encima de la altitud de los vuelos comerciales. Las principales dificultades son lograr controlar su trayectoria según los vientos y posicionarlos encima de las zonas deseadas.
Para incrementar sus chances de llevar a cabo este proyecto, el gigante estadounidense se acaba de aliar con la agencia espacial francesa (CNES). La agencia ayudará a Google a desarrollar su peritaje, analizar los vuelos y concebir globos aerostáticos de nueva generación, que estarían adaptados para ofrecer acceso a internet de alta velocidad a un área de más de 1.000 km2.
Según Google, con cientos de ellos sobre un área geográfica concreta, sería posible dar acceso a Internet con velocidades similares a las de las redes de telefonía móvil.