Más conocido por su pobreza y el caos político, Haití ha entrado con fuerza en el mercado de la alta tecnología con la fabricación de su propia tablet Android.
Intercalado entre las fábricas textiles en un parque industrial de Puerto, una compañía fundada en Haití ha comenzado a fabricar la tableta de bajo costo llamada Sûrtab, una palabra que recuerda a la palabra criolla para “sobre la mesa”.
A diferencia de las fábricas cercanas, donde los trabajadores con bajos salarios producen prendas de vestir económicas para estadounidenses, los trabajadores de Sûrtab están equipados con soldadores y no con máquinas de coser.
Con una inversión inicial de US$ 200.000 con fondos de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) y utilizando componentes asiáticos importados, la fábrica produce tres modelos distintos con una pantalla de 7 pulgadas (18 cm) con el sistema operativo de Google Android.
Van desde una tableta sencilla con wifi de 512 MB de RAM por cerca de US$ 100 a un modelo con 3G y con 2 GB de memoria por US$ 285.
La pequeña fábrica tiene 40 empleados y es una reminiscencia de la década de los setenta y ochenta cuando Haití disfrutaba de una creciente industria, incluyendo teclados de computadores o las pelotas de béisbol para equipos profesionales de Estados Unidos.
La agitación política y un embargo económico de Estados Unidos en la década de los noventa, después de un golpe militar, los dejaron fuera del negocio.