La aplicación de envío de imágenes de Instagram, Bolt, no se ha hecho esperar. Pocos días después de aparecer por primera vez como enlace de descarga en la aplicación de fotografía (entonces no era posible instalarla), ya está disponible en Nueva Zelanda, Singapur y Sudáfrica, tanto en iOS como en Android.
Al igual que la app en la que se ‘inspira’, Snapchat, y otros rivales como Slingshot (que es la apuesta de Facebook como tal para este mercado), la clave en Bolt es el envío de imágenes, vídeos y mensajes efímeros a los contactos de la red social. En este caso, según aseguró la compañía a TechCrunch, el factor diferencial está en la facilidad de uso: únicamente son necesarios unos pocos pasos para enviar una imagen.
El problema es que ya hay muchas alternativas y Bolt es solo una más. Su principal ventaja es que los usuarios no necesitan utilizar su cuenta de Instagram o Faceboook, sino simplemente su número de teléfono. De todos modos, la propia aplicación de fotografía puede servir de plataforma publicitaria. De hecho, la primera noticia sobre la existencia de Bolt fue la aparición de un banner de publicidad en la app.
Al iniciar Bolt, aparecerán los contactos de la agenda y se podrán seleccionar varios de ellos como favoritos. Al hacerlo, su cara sustituirá al botón de disparo de la cámara y solo habrá que pulsarla para enviar una imagen a esa persona (o mantener pulsado para enviar un vídeo). Es decir, por el momento no se puede compartir contenido con más de un usuario al mismo tiempo.
Tampoco es posible usar imágenes del carrete, pero sí se guardarán las imágenes tomadas con la aplicación en la memoria del smartphone. Asimismo, durante los primeros segundos será posible deshacer el envíosi se agita el dispositivo.
Por el momento no se sabe cuándo llegará Bolt al resto del mundo o si la aplicación estará disponible en Windows Phone (Instagram todavía está en fase BETA en el sistema operativo de Microsoft. Lo que es evidente es que Facebook, propietaria de Instagram, tiene mucho interés en el mercado de la mensajería efímera, ya que a finales del año pasado trató de comprar Snapchat por 3.000 millones de dólares, pero la compañía rechazó la oferta. Pocos meses después lanzó su propia aplicación.