Para los europeos el 2015 puede llegar con una sorpresa, no es que sea una mala sorpresa, pero seguro que a mucha gente no le gustará porque desde el 1 de enero de 2015, las aplicaciones en la App Store podrían subir de precio.
Apple ha enviado una comunicación a sus desarrolladores registrados para que tengan en cuenta, que a partir del 1 de enero de 2015, la App Store hará un cambio en la forma de cobrar los impuestos de cada aplicación.
Hasta ahora Apple tenía fijado un precio añadido a las aplicaciones como impuesto, este ha crecido durante estos últimos años unos diez céntimos de euro, si antes era normal encontrar que el precio mínimo de una aplicación eran 0,79€, ahora lo normal son 0,89€.
¿Qué pasa ahora? Apple elimina la forma de cobrar los impuestos para apostar por el cobro país a país. Esto quiere decir que si una persona compra una aplicación desde España, el impuesto será del 21%, pero si la compra en Alemania el impuesto será del 19%, en Suecia el 25% o en Malta el 18%.
Esto se traducirá en que los desarrolladores podrían subir los precios de las aplicaciones dependiendo del país donde se venda. También está la posibilidad que asuman ellos el coste de los impuesto con la idea de mantener el precio mínimo en toda la región, pero no hay garantías de ello.