Un juez federal ordenó a la subsidiaria de Google en Brasil a pagar una multa de unos 200,000 dólares por no interceptar correos electrónicos en una investigación que derivó en el caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, se informó el lunes.
El juez Sergio Moro había ordenado bloquear una cantidad mayor al tribunal federal ya que la compañía de Internet incumplió la decisión de monitorear el intercambio de cuatro cuentas de correos electrónicos, informó el diario Folha de Sao Paulo. El objetivo era investigar transacciones en el mercado negro de Nelma Kodama, una mujer investigada por lavado de dinero que fue condenada en octubre por evasión de divisas.
El tribunal federal con sede en el estado de Paraná informó que Google finalmente compartió con la policía hace unos meses el contenido de los correos.
Antes de llegar al acuerdo, Google alegó que sólo podría compartir los mensajes cuando los gobiernos de Estados Unidos y de Brasil hicieran una solicitud en conjunto ya que la empresa es estadounidense. Según el diario, Google también defendió que su subsidiaria en Brasil no estaba relacionada con Gmail, el servicio de correo de la compañía.
Sin embargo, en junio se vio obligada a entregar el dinero al tribunal tras entrar en vigor una ley sobre la gobernanza de internet que dicta que cualquier empresa de internet que opere en Brasil debe seguir las normas nacionales incluso si su sede está en el extranjero.
“Google cumple con las órdenes judiciales en Brasil y por su carácter confidencial no puede hacer comentarios sobre este caso”, dijo la vocera Flavia Sekles en un correo electrónico.
La cambista Kodama, cuyos correos electrónicos la policía quería monitorear, fue condenada en una operación que también investiga un esquema de sobornos en Petrobras a cambio de contratos que iban al Partido de los Trabajadores y otros dos partidos. Muchas de las acusaciones se centran en las declaraciones a la policía que ha hecho Alberto Youssef, un negociante de divisas en el mercado negro que tenía una condena previa. Youssef también mencionó a Kodama como miembro del esquema.
Una ley promulgada en abril por la presidenta Dilma Rousseff protege a los usuarios de internet para que los correos electrónicos puedan ser leídos sólo por quienes los envían y sus destinatarios. También obliga a las empresas a mantener datos de los usuarios durante seis meses y a entregarlos a la policía mediante orden judicial.
El país se proyectó como defensor de la libertad en internet tras las revelaciones el año pasado de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense espió a Rousseff, sus asesores más cercanos y a intereses comerciales brasileños como la petrolera estatal Petrobras.