Laura Toone, una mujer estadounidense, fue mordida por un perro cuando trato de impedir que éste atacase a su perro. Según asegura, casi le arranca un dedo. Además, perdió tanta sangre que estaba a punto de perder el conocimiento.
Toone trató de llamar varias veces a emergencias al número de emergencias pero no lo consiguió, por lo que según ha asegurado en ABC News, entró en pánico.
“Les pedí a mis hijas que llamasen al 911 pero tienen cuatro años y tenían miedo de tocar el teléfono ya que estaba cubierto de sangre”, ha comentado Laura Toone.
Pero entonces llegó su hijo. El pequeño Bentley, de tan solo dos años, tampoco sabía cómo llamar a emergencias pero si sabía usar Facetime, por lo que llamó a Conni Guerrero, una amiga de su madre, que enseguida se puso en contacto con los médicos.
El pequeño supo reaccionar muy bien. Además de la llamada, Bentley logró contener la hemorragia de su madre con un trapo hasta que fue atendida.