La clonación de tarjetas de crédito, uno de los delitos de “cuello blanco”, fue una de las infracciones de alta tecnología más común del año pasado, por el cual la Policía Nacional apresó a 75 personas, incluidos nueve extranjeros.
El sábado pasado agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) desmantelaron dos laboratorios clandestinos donde clonaban tarjetas de crédito y débito, ocupando 697 plásticos listos para su utilización fraudulenta.
Los allanamientos se realizaron en los sectores 27 de Febrero y Espaillat, en la Capital, donde fue arrestada una persona y ocupada una gran cantidad de plásticos en blanco y modernos equipos electrónicos utilizados para clonar.
En este allanamiento ocuparon tarjetas de empresas locales y extranjeras, entre ellas American Express y Bank of America.
El subcomandante del Departamento de Investigaciones de Falsificaciones de la Policía, teniente coronel Edwin Hernández Tejada, explicó que lo llaman “delito de cuello blanco” porque es una modalidad en que los delincuentes no utilizan la violencia, es muy lucrativa y no tienen que invertir tanto para comprar los equipos electrónicos.
Resaltó que con este fraude no solo se ve afectado el dueño de la tarjeta y el banco, sino también los comercios donde se realizan las transacciones fraudulentas, pues una vez que se dan cuenta del delito la entidad bancaria anula la transacción, pero el delincuente se va con la mercancía.