Durante varios años las principales redes sociales se enorgullecían de diferenciarse entre ellas. Cada una apelaba a un público diferente con un estilo propio.
Pero en los últimos meses hemos visto una tendencia hacía la uniformidad entre los principales competidores.
En las últimas semanas comenzó a desplegar fotos automáticamente dentro de tuits, permitió etiquetar a otros usuarios en imágenes, crear composiciones con varias fotos y cambió la barra de navegación que aparece en su sitio web y apps.
Finalmente este martes anunció que los perfiles de sus usuarios sufrirán un rediseño radical que los hará increíblemente parecidos a Facebook.
Las nuevas páginas tendrán una foto de perfil mucho más grande, una imagen de portada de mayor tamaño y la posibilidad de resaltar un tuit que haya provocado una gran cantidad de interacciones.
Si la semejanza a su competidor es tan grande, la pregunta obvia es ¿por qué Twitter está empujando estos cambios?
La respuesta es sencilla: Twitter quiere llegar al usuario común y corriente no sólo a los entusiastas tecnológicos. Si esos usuarios regulares están en Facebook, entonces dentro de su lógica tiene sentido parecerse a su competidor para atraer a quienes ven a la red de microblogs como un sitio complicado.
En la llamada más reciente con inversionistas la empresa dejó claro que si bien su base de usuarios estaba creciendo, el tiempo que estos estaban interactuando con su sitio se estaba reduciendo. Además, desde hace años sabemos que al menos la mitad de los usuarios de esta red son pasivos. Están ahí para leert tuits pero nunca o casi nunca tuitean o se involucran en conversaciones con otros usuarios.
Twitter es una empresa privada que requiere ganar dinero. Su mayor ingreso es publicitario a través de tuits y tendencias patrocinadas. Pero para que dicha publicidad sea efectiva, requiere alcanzar al mayor número de usuarios posible.
Por ello es que en los últimos meses la red de microblogs se ha esforzado por aliarse con la televisión para que ésta convierta a Twitter en su aliado, uno en donde los televidentes pueden conversar sobre sus shows mientras los ven en la pantalla chica o en el que puedan interactuar con los protagonistas de sus programas favoritos. Twitter quiere ser más conocido, más popular y planea catapultar su presencia en el mundo digital a través de un aliado analógico.
El mayor problema es que muchos de los cambios que está introduciendo ocurrieron en Facebook hace un par de años. Mientras la red social más grande del mundo está pensando en mensajería instantánea, en incrementar los usuarios de internet en el mundo y en realidad virtual, la innovación de Twitter es introducir características que ya existen en otros sitios, incluido Google+.
El riesgo obvio es caer en una espiral de imitación en sacrificio de la innovación. La creatividad y la personalidad arrojada del pájaro azul es lo que han convertido a esta red en una de las favoritas de los entusiastas tecnológicos y los consumidores de noticias.
Twitter lo sabe, pero espera atraer usuarios más conservadores sin perder a sus entusiastas, muchos de los cuales interactúan con el sitio a través de otras aplicaciones como Tweetdeck o Hootsuite.
Además, por ahora, el cambio a los perfiles sólo se muestra en la versión de escritorio del sitio, en el móvil todo sigue igual como pueden ver en la imagen a la derecha. Y son los usuarios comunes y corrientes los que tienden a usar más las computadoras de escritorio que los celulares.
Todas las modificaciones se han ido presentando en forma gradual con días o semanas de diferencia. La estrategia parece ser el ir acostumbrando a los usuarios a pequeños cambios en vez de lanzarlos todos de golpe provocando una reacción negativa.
Hasta ahora la estrategia de comunicación parece ser exitosa. Un rápido vistazo a los blogs de tecnología más importantes muestra una reacción mayoritariamente positiva hacia los cambios. “Es perfectamente lógico”, dice la revista tecnológica Wired, por ejemplo.
Los próximos meses serán cruciales para Twitter. Puede convertirse en un éxito a gran escala con el riesgo de perder a sus usuarios más leales o puede irse apagando en un mar de uniformidad y falta de innovación.
El equipo detrás de sus pixeles tendrá que batallar a marchas forzadas para demostrar que la innovación y la popularidad son compatibles. De lo contrario, el vuelo del pájaro azul podría perder impulso.