Se trata de portátiles que no tienen sus datos, sistema operativo o aplicaciones guardadas adentro sino que ‘viven’ en internet. Al momento de encenderlo, el equipo se conecta en línea a los servidores de Google en la Red (empresa creadora de su concepto) y descargan la última versión del sistema operativo Chrome OS.
También los archivos de oficina, aplicaciones, juegos, correos, historial de comunicaciones, etc., todo está respaldado en internet. En tal sentido, si llegara a pasarle algo a su Chromebook, podrá usar otro con su usuario y contraseña y tener todo de vuelta. La seguridad de los datos la provee Google. En sus servidores centrales está la información de cada usuario de Chrome OS. Esa es la principal ventaja de estos equipos: el concepto es el de ‘computación en la nube’, es decir, en internet. En el ‘internet de Google’, lo que es una prenda de garantía.
Precisamente, por ser un concepto creado por el buscador, tiene otras ventajas interesantes como acceso directo a todas las herramientas que Google ofrece y que la mayoría de mortales no usa o desconoce, como Google Drive, un ‘disco duro’ virtual de 100 GB en el que se almacenan los documentos de oficina que, con Google Docs, se pueden crear en el sistema.
La otra poderosa funcionalidad de estos equipos es Google Hangout, la aplicación de chat y comunicaciones que funciona muy bien en videollamadas grupales. Lo es también la tienda de aplicaciones, Chrome OS Webstore, que ofrece una amplia variedad de programas en 10 categorías distintas (negocios, educación, juegos, entretenimiento, productividad, etc.). Hay que decir que es tanta la cantidad de apps que es abrumador a veces tratar de escoger. Incluso, muchas de ellas no pasan de ser ‘accesos directos’ a páginas web. Pasa mucho con algunos juegos, algo que es frustrante.
De hecho, Chrome OS tiene más la pinta del navegador del mismo nombre. Por eso, al incluir su nombre de usuario y contraseña de Gmail (no podrá usar un Chromebook si no cuenta con credenciales en Google), verá cómo su perfil de usuario del navegador, con sus favoritos, historial, los correos y contactos de su Gmail, quedan sincronizados de manera automática.
Estos aparatos, al no usar un sistema operativo interno que deba ‘despertarse’ a diario desde el disco duro, quedan activos y listos para ser usados a los siete segundos de haber presionado el botón de encendido. Del mismo modo, sus características técnicas no son poderosas, pues no necesitan de poder de cómputo: tienen un modesto ‘cerebro’ Intel Celeron de doble núcleo; 2 GB de memoria RAM y un disco interno de almacenamiento de apenas 16 GB.
El uso diario.
La primera duda que surge al usar un Chromebook es si funcionará o no sin una conexión a internet. Y sí, funciona, pero antes se deben activar las características de ‘uso sin conexión’ de Google Docs, Drive y Gmail. Si no hace esto, el Chromebook literal no le servirá de mucho.
Podrá crear y editar documentos, revisar el correo y responder mensajes. Al momento de encontrar una red WiFi, se conectará y sincronizará su trabajo. Podrá guardar archivos en el almacenamiento local del equipo, pero es limitado (16GB). En la tienda de aplicaciones Chrome Web Store hay un apartado de ‘Offline apps’ o aplicaciones para usar sin conexión. Hay muchos juegos, pero también programas de productividad, diseño, lectores de libros y de sitios web, entre otros.
No fue posible enlazar por Bluetooth al Chromebook con un celular Android y tampoco por cable USB. No obstante las memorias USB y SD (tiene ranura para este tipo de tarjetas) sí operaron con normalidad.
Frente a un portátil ‘normal’, el Chromebook ofreció mejor desempeño en tareas básicas, encendido veloz y un mejor rendimiento de batería.
En Estados Unidos, el costo de estos Chromebook arrancan en los 300 dólares lo que les ha permitido posicionarse fuertemente en segmentos como el educativo y el empresarial, en donde las ventas han crecido 270 por ciento entre 2013 y 2014.
¿Por qué son exitosos? No sólo por su precio, su desempeño es mejor (nueve horas de batería, más livianos y veloces que un PC con otro sistema operativo) y para labores básicas como navegar, revisar correos, comunicarse y crear documentos, es más que suficiente. Luego de tres años de lanzados, los Chromebook ahora despegan y se ubican en el primer lugar de preferencia de los usuarios.
Le conviene comprarla si..
1. Si lo que usted hace es navegar en internet, consultar correo, chatear y usar juegos, el Chromebook es suficiente.
2. No es necesario que gaste dinero en un portátil muy poderoso que va a subutilizar. Tampoco en licencias de sistema operativo o de paquete de oficina que vienen gratis en el Chromebook.
3. Si un portátil le parece caro y demasiado para sus necesidades, y una tableta poco para lo que requiere, a lo mejor el Chromebok es la respuesta.
No lo compre si…
1. No podrá instalarle programas que usted usa o necesite en Windows o Macintosh.
2. No es un aparato para labores de alto poder de cómputo como diseño, multimedia, etc.
3. Si usted no tiene internet en la casa y no puede acceder seguido a una conexión, no podrá sincronizar ni usar con eficiencia al Chromebook.
4. Si usa aparatos que necesitan de un controlador (‘driver’) tendrá problemas para conectarlos a un Chrome OS.