La magia de los productores musicales, con el autotune como aliado, ha hecho que la música se haya uniformizado y que no haga falta saber entonar para ser cantante.
No es una costumbre única del «reggaeton». De hecho fue la música Pop la que comenzó a usar y a poner de moda el autotune pero, ¿qué es este programa que hace que todo el mundo cante bien?
Todo comenzó con aquella mítica grabación secreta a Enrique Iglesias –casi tan leyenda urbana como la de Ricky Martin con la mermelada– en la que se le escuchaba «destrozar» su canción «Rhythm Divine». Aquel «All I Need» que se filtró mientras hacíaplayback pasó a ser lo más comentado de España cuando no existíanTwitter ni redes sociales.
Britney Spears ha sido ahora la nueva víctima de estas «grabaciones robadas» en las que se descubre cuál es verdadero nivel vocal de la artista. En esta ocasión se supone que la estrella del pop estaba en el estudio de grabación cuando desafinó de la manera en la que lo hace en este vídeo.
Un «pope» de la industria musical, William Orbit, que ha producido entre otras a Madonna, ha asegurado que no le sorprende. De hecho explica que en un estudio ha escuchado cosas «mucho peores» que la filtración de Britney Spears. Aún así la justifica porque, dice, eran los ejercicios que cualquier cantante hace para calentar la voz. Y arremete contra quien ha filtrado la grabación: «Se ha hecho con espíritu de hacer daño. Pero no quita que Britney es y será un estrella».
En ambos casos se hace evidente la necesidad de un filtro informático que les mejore. Y es que el autotune no es más que eso, una especie de «PhotoShop» para la voz, un «software» (programa informático) que iguala el tono al cantar. El proceso es sencillo: el procesador afina automáticamente la voz del intérprete y armoniza los valores para que no haya errores.
El problema es que todos los artistas que lo usan acaban teniendo un registro tan similar que les hace iguales. De hecho, y para denunciar el abuso del autotune, decenas de usuarios en internet se divierten cogiendo discursos de políticos para convertirlos en canción. Y a tenor de los resultados, la conclusión es clara: cualquiera puede ser cantante con «autotune».