Evan Spiegel y Bobby Murphy, consejero delegado y director tecnológico, respectivamente, de Snapchat, parecen haber resuelto las disputas en torno a la autoría de la idea original de la popular aplicación de mensajería “efímera” que les habían surgido con un tercero en discordia: Reggie Brown.
En el blog oficial de la aplicación, Spiegel y Murphy explican que la inspiración para esos mensajes y archivos que se autodestruyen les llegó tras escuchar historias bastante cómicas sobre gente que se tenía desetiquetar de sus fotos de Facebook a toda prisa cuando se acercaba una entrevista de trabajo”. No mencionan en ningún momento el nombre de Brown.
Brown los demandó asegurando haber inventado la idea principal en la que se basa la aplicación: Que los mensajes se eliminen automáticamente tras una cierta cantidad de tiempo.
Sin embargo, en un comunicado de prensa emitido ayer por su departamento de comunicación, los creadores de Snapchat reconocen que fue a Reggie Brown a quien se le ocurrió la idea original de crear una aplicación capaz de enviar archivos de imagen destinados a desaparecer.
“Fue Reggie Brown quien vino primero con la idea de crear una aplicación que enviara fotos efímeras mientras era estudiante de Stanford. Después colaboró con Spiegel y Murphy en el desarrollo de Snapchat durante sus inicios”, señala la nota remitida a los medios.
Sucedió cuando Brown era un estudiante de la Universidad de Stanford, donde fue compañero de fraternidad de Spiegel. En 2011, según publica el Wall Street Journal, ambos desarrollaron Picaboo, la que sería la predecesora de Snapchat, y entonces se les unió un tercero, Bobby Murphy, que se convertiría, ese mismo año, en director tecnológico de la entonces embrionaria compañía, después de que Brown la abandonara.
El comunicado de Snapchat informa de que ha sido alcanzado un acuerdo que resuelve todas las disputas existentes hasta ahora entre las partes, incluida la demanda presentada el pasado año por Brown en el Tribunal Superior de Los Ángeles. Los términos del acuerdo son confidenciales.
“Nos complace haber solucionado este asunto de forma satisfactoria tanto para Brown como para la compañía”, ha declarado Spiegel, quien admite “la contribución de Reggie a la creación de Snapchat” y asegura que “aprecia su trabajo a la hora de conseguir que la app despegara”.
Lanzada en septiembre de 2011, Snapchat ganó pronto bastante popularidad entre los usuarios pertenecientes a la generación conocida como millenials, más preocupados que sus mayores por la privacidad online, y saltó definitivamente a la fama mundial cuando Spiegel y Murphy rechazaron una oferta de compra de Facebook que ascendía a 3.000 millones de dólares.