La regulación de las redes sociales que centra su atención en un tipo de usuario conflictivo al que popularmente se le conoce como «troll», una persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad, blog o red social con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional en los usuarios y lectores.
En la popular red de «microblog» Twitter, el comportamiento de estos usuarios va desde «retuitear», activar la opción de favoritos de forma compulsiva, enviar «spam» y publicar contenido poco relevante hasta casos graves con recientes sentencias como amenazas, usurpación de identidad o acoso.
Para luchar contra la impunidad del anonimato, una inicitativa española ha puesto en marcha Trolldor, la primera lista negra mundial de «trolls» en Twitter. La herramienta es gratuita. Los responsables explican que su objetivo es hacer de esta red social el «espacio interesante y conciso que era», así como crear un marco de protección común que permita a la comunidad aislar cada vez más a este tipo de usuarios.
El funcionamiento es simple. Por un lado, cualquier usuario de Twitter puede reportar a otro, indicando el motivo por el que lo propone para entrar en la lista de Trolldor. Necesitará varios reportes de usuarios diferentes para aparecer listado como «troll». Por otro, con cualquier búsqueda pública, obtenemos una serie de indicadores sobre la actividad de un usuario de Twitter como la media de tweets por día, proporción entre retweets y contenido propio, porcentaje de usuarios con perfiles básicos (por la compra de seguidores), etc. Esto nos permite anticipar si se trata de un perfil poco respetuoso con los demás.
Sin embargo, sus responsables ofrecen la opción («creemos en las segundas oportunidades») y el sistema permite mediante petición o disculpa que el usuario pueda salir de la lista negra. En la actualidad, Trolldor funciona solo con cuentas de twitter, aunque la empresa está trabajando en dar cobertura a los usuarios de Facebook.